Tras una larga jornada laboral en el Fundo Santa Ana Tres Palos en Carahue, propiedad de la
Forestal Mininco, los trabajadores del lugar se trasladaron hasta uno de los containers habilitados como comedores de la Línea 1 y 2 en la faena.
Eran pasadas las 17 horas del viernes 9 de julio y uno de los tres funcionarios que llegaron a almorzar, se percató que sus compañeros ya se habían cambiado de ropa y se encontraban sentados en la mesa. Instante en que se acercó a la puerta, donde vio que un grupo de desconocidos avanzaba hacia el lugar en "fila india", con sus rostros cubiertos, con antorchas y armas.
Comenzaban así minutos de terror para los trabajadores, que luego incluirían disparos entre los encapuchados y efectivos de carabineros que vigilaban el sector, que dejaría a uno de sus compañeros gravemente herido (Ceferino González de 65 años) y que terminaría con la con la muerte de uno de los atacantes, Pablo Marchant (29 años), hallado con un fusil de guerra M16 a su lado, según consta en la indagatoria.
Este es parte del relato que los testigos del atentado han entregado a la
PDI en la investigación que dirige la
Fiscalía de La Araucanía, de acuerdo a quienes conocieron estas diligencias.
En sus declaraciones, los trabajadores detallan además que se percataron de que los desconocidos portaban distintos elementos para concretar el ataque: el primero de la "fila india" cargaba una arma larga y otro llevaba una botella llena con lo podría corresponder a un líquido acelerante.
Después, los cinco o seis sujetos rompieron su formación y se separaron, explican los funcionarios de la forestal, para luego rociar el bus en el que trasladan a los trabajadores desde su pensión hasta la faena. Con una antorcha se acercaron al vehículo, mientras uno de los encapuchado le decía al otro: "Échale, échale más". Los trabajadores hablan también de la quema de un camión que transporta combustible y un skidder (vehículo pesado que recoge los árboles talados).
Impacto balístico a trabajador
En otra parte de la investigación se describe el ataque y enfrentamiento con disparos entre los encapuchados y Carabineros. Los funcionarios relatan que escucharon que uno de ellos gritó que se tiraran al suelo cuando comenzaron a sonar los disparos, pero que Ceferino González no logró hacerlo con la rapidez suficiente y fue herido. Dicen que el hombre, hoy internado en un hospital de Temuco, gritó "me duele el estómago".
Uno de los trabajadores llegó a su lado y dice que se percató de que estaba ensangrentado, por lo que solicitaron ayuda por la radio mientras escuchaban "váyanse, pacos c…". El rescate de González se produjo una vez terminado el enfrentamiento entre la policía y los atacantes, momento en el que los funcionarios se enteran que uno de los encapuchados había sido abatido.
¿Tiro de carabinero o encapuchado?
Así, el martes de esta semana los investigadores regresaron a la escena del crimen, lugar que fue periciado por el Laboratorio de Criminalística y la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales de la PDI, en busca de reconstruir los hechos que rodearon el ataque, las lesiones y las muerte en este caso.
En una diligencia reservada, el fiscal jefe de Alta Complejidad de La Araucanía, Héctor Leiva, instruyó a la policía que levantara las evidencias balísticas en el Fundo Santa Ana aprovechando el funeral de Marchant que se realizó ese mismo día, por lo que podrían realizar las tareas con mayor tranquilidad, pues el foco de atención estaría en Lumaco.
De esta forma los investigadores pudieron permanecer por largo tiempo —más de cuatro horas—, revisando el lugar. Ello, les permitió recuperar una única munición desde el container, la que entrega las primeras luces de lo que sucedió en el caso del disparo al trabajador.
Quienes conocieron los detalles de esta diligencia aseguran que a "primera vista" la prueba podría corresponder a un calibre .38 de revólver, pero que es una evidencia que debe ser analizada en detalle en los laboratorios de la PDI.
Hasta ahora, los investigadores evaluaban la posibilidad de que el trabajador haya sido alcanzado por un disparo proveniente del fuego cruzado entre los encapuchados y carabineros. Luego del incidente, la policía uniformada entregó las armas que utilizaron sus efectivos y que corresponden a pistolas 9 mm y escopetas calibre 12.
Otro hallazgo importante de la PDI en el sitio del suceso fue una munición en las cercanías del lugar donde fue abatido Marchant. Se indaga si pudo ser disparada por el fusil M16 encontrado "al lado" del cuerpo del miembro de la CAM, según la investigación. También, a primera vista, luce concordante a el calibre 5,56 que utiliza esa arma y que será periciada para determinar si fue percutada por el fallecido u otro desconocido prófugo.
También se están investigando restos biológicos encontrados en el lugar, para determinar si es la munición con la que se hirió a Ceferino González.
