El sector donde ocurrió el crimen, en la comuna de La Granja.
El Mercurio/Archivo
El 13 de junio de 2021, a las 16:00 horas, personal de la Brigada de Homicidios Metropolitana de la Policía de Investigaciones desarrollaba labores investigativas en calle Santo Tomás, comuna de la Granja, cercano al límite de la comuna de La Pintana, en torno a un homicidio ocurrido la noche anterior. Eso es lo que señala la primera versión de la PDI y de los querellantes en el resumen de hechos respecto del crimen de la detective Valeria Vivanco.
Es en el marco de ese operativo que los funcionarios policiales intentan realizar un control de identidad a los dos sujetos que se visualizaban al interior del automóvil. De acuerdo al mismo relato, las personas se resisten, bajan del vehículo y uno de ellos efectúa disparos con un arma de fuego, impactando en el tórax de la subinspectora, quien falleció unos minutos después.
Y si bien esta secuencia de hechos derivó en la detención y formalización de dos imputados en este caso, la Fiscalía Metropolitana Sur detectó contradicciones en las versiones de todos los involucrados y redirigió las pesquisas hacia una
posible obstrucción a la investigación en contra de tres detectives de la PDI, compañeros de la víctima, hoy suspendidos de sus labores.
Quienes conocen los detalles de la causa aseguran que el primer episodio que llamó la atención en la fiscalía ocurrió a pocas horas de la muerte de la subinspectora, cuando la policía civil se apuró en confirmar la detención de los presuntos autores. Sin embargo, el Ministerio Público salió a desmentir esa información. Al día siguiente se concretó el arresto y la formalización de los dos involucrados, quienes se entregaron a la PDI.
Y la segunda alerta, explican los conocedores de la causa, surgió cuando los dos formalizados por el homicidio comentaron a sus familiares que nunca dispararon a la mujer y que solo la habían atropellado. Ello, antes de que se entregaran a la policía civil. Una de las madres de ellos sostuvo en su declaración ante la fiscalía esta versión: su hijo habría confesado haber atropellado a la detective, pero negó haber disparado.
También llamó la atención de los investigadores que
la versión de los policías no se condice con los hechos y las diligencias que se han realizado hasta el momento, pues afirmaron no haber disparado sus armas de servicio. Sin embargo, esto
se contradice con un peritaje encargado por la fiscalía que revela trazas de químicos en las manos de uno de los detectives, los que podrían ser concordantes con el uso reciente de un arma de fuego.
En el sitio del suceso de se recuperó un proyectil que tiene restos biológicos de la víctima, por lo que será enviado al FBI para ser periciado y despejar dudas.
Reconstitución de escena
Testigos que se encontraban en el lugar confirman —en las declaraciones que han prestado ante el Ministerio Público— haber escuchado disparos, por lo que ahora se revisará si estos fueron percutados por la policía o los dos imputados por el homicidio de Vivanco.
La próxima semana se realizará una reconstitución de escena del hecho, que incluirá a los dos formalizados por el crimen, a los tres detectives y los testigos civiles que escucharon los disparos.
La Fiscalía Metropolitana Sur pesquisa los delitos de obstrucción a la investigación, alteración del sitio del suceso e incluso alguna responsabilidad en la modificación de un informe, que pudiera, o no, haber afectado la tramitación de la causa, que en este minuto tiene a dos imputados en prisión preventiva.
