A partir de mañana miércoles, todo el territorio nacional tendrá un toque de queda más acotado, es decir, entre la medianoche y las 05:00 horas, luego que las dos regiones que faltaban -Tarapacá y Metropolitana- lograran alcanzar la meta del 80% de la población objetivo vacunada.
En paralelo, el ministro de Salud, Enrique Paris, adelantó ayer que "por el momento" el Gobierno no está considerando volver a presentar ante el Congreso un nuevo proyecto para prorrogar el Estado de Excepción Constitucional que vence el próximo 30 de septiembre y que permite que se decreten medidas como las cuarentenas o el propio toque de queda. No obstante, advirtió que "la alerta sanitaria se mantendrá".
Esto último, en sintonía con lo expresado el domingo por el Presidente Sebastián Piñera, quien tras adelantar el eventual anuncio de acortar el toque de queda en la RM, sostuvo que "
por supuesto que queremos terminar con el toque de queda, y lo vamos a hacer apenas las condiciones sanitarias nos permitan hacerlo. Espero muy pronto buenas noticias".
El debate ha sido amplio, y ha tomado mayor fuerza desde que las prórrogas pasaron a manos del Congreso, la primera en marzo, y la segunda a fines de junio. Esta última fue una de las que tuvo mayor reticencias, debido a que tanto desde la oposición como desde el oficialismo, especialmente desde la UDI, llamaban a poner fin a la medida que rige hace exactamente 527 días en Chile. Entre los argumentos, estaba el daño que esto significaba en la economía a raíz de la pérdida de empleos.
El tema también se ha tomado la carrera presidencial, donde el propio abanderado de Chile Vamos, Sebastián Sichel, exhortó al Gobierno a deponer la medida, aludiendo a las repercusiones económicas de la misma. Llamado al que se sumó el candidato de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, y de Republicanos, José Antonio Kast.
Por su parte, la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, dijo ayer que se trata de "una medida que ha perdido toda legitimidad social" y "en algún momento hay que considerar su eliminación".
Cuando el fin a la restricción de circular en la madrugada podría terminar en septiembre, el debate hoy se centra en la logística con la se debería proceder en materia de seguridad y orden público, sin perder de vista el aspecto sanitario, pues pese al buen escenario epidemiológico que hoy atraviesa el país, la circulación comunitaria de la variante Delta no deja de preocupar.
Los desafíos en materia sanitaria
La "
prudencia" como principal hilo conductor para la eventual eliminación del toque de queda. Esa es la base que propone el ex ministro de Salud,
Emilio Santelices, para cambios en esta materia. "
Avanzar hacia la medianoche es la primera medida, y veamos cómo nos comportamos y están los indicadores en las semanas siguientes, teniendo en cuenta que además vamos a tener las Fiestas Patrias", dijo en entrevista con
EmolTV.
"No podemos entrar en una fase de entusiasmo descontrolado, porque los riesgos pueden ser muy grandes", sostuvo, apuntando a que también es necesario "cuidar" la recuperación que están teniendo en la actualidad los rubros del sector del turismo, comercio y gastronomía.
Desde el Colegio Médico (Colmed), plantean que una opción sería comenzar por "las áreas verdes", es decir, aquellos lugares donde hay incidencia muy baja de casos activos, de 3 cada 100 mil habitantes, y donde hay menor peligro donde se desarrollan actividades de mayor riesgo. Además, Siches también llamó a que "entendiendo que vamos a tener más libertades, ojalá las conductas en el ambiente nocturno, donde va a haber menor fiscalización y muchas veces hay alcohol, se mantengan con mucha precaución, porque ya tenemos casos de transmisión comunitaria de variante Delta, lo cual nos preocupa".
"Como eso no está ocurriendo y tenemos esta variante que es muy contagiosa, nuestro llamado es a intentar mantener las medidas de distancia física y uso de mascarillas, ojalá en los lugares donde ello se vaya ampliando", sostuvo Siches.
Desafíos en el rubro del comercio, turismo y gastronomía
"Sabemos que la eliminación del toque de queda va a ser muy positivo para nuestro sector", dijo a
EmolTV Máximo Picallo, presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), y representante de uno de los rubros más golpeados por la pandemia.
Si bien celebró que a partir de mañana se acorte el toque de queda, lo que de paso significará un aumento del 30% en la actividad gastronónica, acotó que tampoco se podrá llegar a un horario "normal" de cena, "porque a las 11 de la noche tenemos que empezar a echar a los clientes". No obstante, las esperanzas están puestas en la eliminación total "
que es una medida que nos parece obvia, porque no hay sustento del punto de vista sanitario para mantener el toque de queda".
En cuanto a los desafíos para el sector -y otros que se puedan ver beneficiados por el ocio nocturno-, Picallo planteó que "sigamos cumpliendo protocolos e incentivando la vacunación, porque no sabemos si la inmunidad que tenemos con las vacunas va durar uno o dos años, y seguir insistiendo en el autocuidado".
Esto, para que la economía siga teniendo un activo de población protegida, y dar el paso a "el último de los desafíos que queda, que es volver a abrir las fronteras para poder recibir turistas de forma segura (...) cuando uno va de turista no quiere ir a un país con toque de queda", enfatizó.
Orden público y seguridad
El delegado presidencial de la Región Metropolitana, Felipe Guevara, dijo a Emol que "tenemos claro que no podemos bajar la guardia y hay que mantener las medidas de autocuidado", recordando además que "las autoridades sanitarias constantemente han señalado que mientras el coronavirus esté presente, la alerta sanitaria se mantendrá, y creo que eso es lo más importante".
"Es importante tener una cobertura en base a la realidad delictual de las diversas comunas, como asaltos, hurtos en lugar no habitado o robos con intimidación, los que podrían surgir de manera más notoria en este horario".
Rafael Pizarro, Administración Pública UTEM
En cuanto a los desafíos, sostuvo que "desde que comenzó la pandemia, cada vez que hay cambios en las medidas adoptadas en relación al coronavirus, se hacen los ajustes necesarios en los dispositivos de seguridad, el sistema de transporte urbano e interurbano, las fiscalizaciones sanitarias, el aforo en el comercio y en todas las actividades que involucren público. Y en este sentido, independiente de lo que pase de aquí en un futuro, mantendremos este mismo comportamiento".
Para Rafael Pizarro, Jefe de la carrera de Administración pública de UTEM, son tres los focos clave que las autoridades deberán abordar, a partir del reacomodo de los recursos humanos, logísticos y económicos para enfrentar el eventual fin al toque de queda.
El primero, es el resguardar el vínculo entre la seguridad y los aspectos sanitarios, lo que en otras palabras es mantener y potenciar la fiscalización. "El respeto de los aforos, pedir el pase de movilidad en recintos o eventos que lo requieran para el ingreso, y el uso de la mascarilla. Porque una cosa, es que se acabe el toque de queda y otra es eliminar las acciones sanitarias que se requieren en el contexto de la pandemia".
En segundo lugar, el escenario abre nuevamente la complejidad de las ocurrencias de delito, por lo que es importante poner a disposición nuevos turnos tanto de Carabineros, PDI y organismos de seguridad municipal. Esto, "para tener una cobertura en base a la realidad delictual de las diversas comunas, como asaltos, hurtos en lugar no habitado o robos con intimidación, los que podrían surgir de manera más notoria en este horario".
En tercer lugar, el refuerzo de los patrullajes será clave, dice el experto, "los que deben estar presentes en lógica disuasiva, puesto que ello redunda en minimizar el acto delictual", lo que trae aparejado la tarea de "determinar los puntos estratégicos donde se cometen estos delitos", puesto que es importante observar cómo se comportarán ahora, y revisar si aquellos "puntos rojos", donde solían ocurrir, se mantienen o se trasladaron de lugar.
