"Este es el tipo de instancias en la cual se pone en riesgo la continuidad del proceso constituyente", dijo ayer el vicepresidente de la Convención Constitucional, Jaime Bassa (CS), tras los insultos y gritos de los que fue objeto la directiva del órgano por parte de convencionales de pueblos originarios y de sectores de izquierda.
El incidente, provocado por la molestia que generó en esos sectores la decisión de la testera de proponer que algunas normas fueran votadas por dos tercios, llevó a la suspensión del Pleno, la cual terminó con una alta tensión entre los constituyentes y con recriminaciones cruzadas sobre el rol de Bassa y de la presidenta, Elisa Loncon.
Sin embargo, al interior de la mesa ampliada, no existe una visión común respecto a lo ocurrido ayer. Por ejemplo, la convencional de Movimientos Sociales Constituyentes,
Elisa Giustinianovic, optó por restarle relevancia al incidente y destacó la rapidez de las autoridades de la Convención para solucionar el problema.
En entrevista con Tele 13 Radio, la representante indicó que "es una de las tantas veces que vamos a tener conflictos o dificultades, porque es un espacio político donde hay muchísimas diversidades de miradas, de formas de hacer las cosas, de enfoque y por supuesto que esas tensiones se van a producir continuamente".
"Estamos en un proceso de escribir una nueva Constitución inédito y de forma democrática y es normal que esas cosas ocurran. Lo importante aquí es la celeridad con la que se resuelven los conflictos y la forma en que se han venido armonizando los distintos órganos y colectividades dentro del espacio".
A su juicio, ese trabajo ha permitido avanzar "en base a un ambiente de respeto y una disposición a cuidar el espacio. Hacer un llamado a que no es algo extraño, van a seguir dándose estos problemas, lo importante es cómo se resuelven (…) pero en realidad, desde la mesa hay una disposición a acoger todas las solicitudes".
“Hacer un llamado a que no es algo extraño, van a seguir dándose estos problemas, lo importante es cómo se resuelven".
Elisa Giustinianovic, vicepresidenta adjunta
Una visión distinta planteó el vicepresidente
Rodrigo Álvarez (Vamos Chile), quien en conversación con
EmolTV sostuvo que "lo de ayer fue una situación inaceptable, totalmente exagerada (...) terminamos viendo una ola de recriminaciones entre izquierdas o dentro de escaños reservados, que me pareció exagerada como reacción".
"Ni siquiera estábamos votando una norma, estábamos discutiendo bajo qué quórum se iba a votar la norma, en algo que es discutible, incluso podía ser discutido en la Corte Suprema. O sea había un largo camino por recorrer antes que cualquiera de estas norma se hiciera realidad", añadió.
Según el convencional UDI, "en esta convención hay momentos de tensión, discusión, pero no se debe caer en esta situación de gritos, encarar a la mesa, recurrir a insultos", destacando que "la mesa logró conciliar un procedimiento que nos permite votar todas las normas de aquí al próximo martes".
En cuanto a si cree que hubo descoordinación en la mesa ampliada, el constituyente explicó que "el miércoles en la mañana me tocó junto a otro de los vicepresidentes pedir que se nos dijera, a juicio de la mesa, cuáles normas para efectos de la propia votación eran de quórum y cuáles no".
"Probablemente, la descoordinación fue enviar ese mail o esa respuesta sin hacer la relación de que podía haber algún grado de discusión sobre lo mismo o que podía alguien plantear algo distinto. Teníamos un modelo de votación, lo modificamos para que fuera más fácil para la Convención y así surgió la discusión", concluyó.
