Como es tradición, ayer sábado 18 de septiembre, se realizó el
Te Deum en todas las regiones del país, destacando, entre otros temas, la pandemia de covid-19, la redacción de una nueva Constitución y la importancia del diálogo para avanzar en soluciones.
En Arica, la ceremonia tuvo lugar en la Iglesia Catedral y estuvo presidida por el monseñor Moisés Atisha. Al inicio se centró la acción de gracias en un momento de silencio, recordando y ofreciendo a quienes "en tiempo de pandemia han sufrido las implicancias del tiempo, y sobre todo los que perdieron la vida".
También se refirió a "todos los actores políticos les solicitamos que no se use el dolor, ni
la pandemia como un instrumento de campaña y que no se gasten mal los recursos, considerando las necesidades de tantas y tantos hermanos nuestros, algunos sin trabajo y con necesidades básicas sin poder satisfacer", según señaló La Estrella de Arica.
En Tarapacá, la ceremonia estuvo encabezada por el administrador diocesano, Guillermo Fajardo Rojas. Citando al Evangelio de San Marcos, expuso dificultades que han vivido las personas frente a la pandemia. "Según datos de encuestas aplicadas a nivel nacional, se puede decir que la sociedad chilena se ha ido lentamente enfermando, situación agravada por la pandemia. No nos puede dejar indiferentes saber que a nivel Latinoamericano, Chile es el país que ocupa los primeros lugares en deterioro de salud mental, siendo el país que más antidepresivos y psicotrópicos consume. Lideramos las estadísticas en suicidios entre el mundo juvenil, y últimamente, entre los adultos mayores, los cuales a causa de la Pandemia, se vieron gravemente afectados a raíz de los largos meses de cuarentena y encierro, padeciendo soledad afectiva y muchos de ellos pobreza extrema", dijo.
Adicionalmente, sostuvo que por la palabra de Dios, todos son invitados (autoridades, ciudadanos, convencionales, pueblos originarios, empresarios, trabajadores) a que "nos acerquemos a conversar". "Hay tanto desafíos que necesitan para ser solucionados, tan solo deponer intereses partidistas, acercarse y ponerse de acuerdo. El pasado no nos puede seguir dividiendo, del pasado sólo se aprende", precisó según indicó en su página la Conferencia Episcopal de Chile.
En Antofagasta el monseñor Ignacio Ducasse Medina, presidió el Te Deum y en en su homilía, abordó los temas de la pandemia, sus consecuencias emocionales y socioeconómicas. También el tema de la violencia, de los migrantes y el cuidado del planeta.
En Atacama, el obispo de Copiapó, monseñor Ricardo Morales, también se refirió a la pandemia, que a su juicio puso en evidencia "la precariedad de muchas familias en nuestra patria".
En relación a la cantidad de migrantes ilegales que ingresan al país por pasos no habilitados en el norte, dijo que "la semana pasada llegó a Caldera un grupo de migrantes, trece adultos y cuatro niños, viajando desde Colchane a Santiago, encontrados en la carretera en pleno desierto, entre la ciudad de Taltal y Chañaral. Los recogió humanitariamente, un conductor de un camión, quien tuvo compasión de ellos y los trasladó hasta ese puerto. Esta situación refleja la indefensión y atropello a sus derechos, que están viviendo constantemente muchos hermanos migrantes".
"Crecer en el diálogo, la cultura del encuentro y la amistad social. Estamos viviendo un proceso inédito en el país, como es la redacción de una nueva Constitución".
Obispo de Chillán, Sergio Pérez de Arce
"Por favor,
hagamos memoria de cuando desde Chile se tuvo que emigrar a otros países. Miles de chilenos, para salvar sus vidas de la horrible represión, debieron buscar asilo en países amigos, experimentando el desolador exilio. Por lo mismo, hoy podemos preguntar: Señor, ¿Cuándo te vimos extranjero, y no te hemos hospedado?", añadió.
En la Región de O’Higgins, la ceremonia fue presidida por el obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto. En su mensaje, mencionó que se "ha albergado en nuestros corazones, pero también nobles iniciativas e ímprobos esfuerzos han surgido para hacer frente a la pandemia y vencerla".
Con énfasis dijo que "Dios no nos ha dejado en medio de la tempestad" y que eso "se ha puesto de manifiesto en el trabajo de tantos que no han parado de servir. A las autoridades les ha correspondido tomar decisiones difíciles, no siempre entendidas, cuestionadas, pero sin duda tomadas con el afán de responder a problemas urgentes, en medio de una tempestad que a todos nos mareaba y que iba dejando muertos y sembrando dolor".
En relación a la Convención Constitucional dijo que "es un gran trabajo que vamos realizando. Como país estamos atravesando un proceso de participación inédito y que debe ser realizado en un ambiente de transparencia y confianza. El proceso elegido requiere caminos de escucha y discernimiento (...) La Convención requiere de nuestra oración y la participación de todos".
En la Región del Maule, la iglesia Catedral de Talca fue el templo que acogió la tradicional celebración del Te Deum, siendo presidido por monseñor Galo Fernández Villaseca. En la instancia rindió homenaje "a quienes han cumplido un rol esencial en esta crisis: a los trabajadores de la salud, a quienes se han preocupado de que a nadie le falte la comida, a los profesores que asumieron el desafío de las clases online, a las familias que han permanecido en sus hogares, a las fuerzas de orden y seguridad, funcionarios públicos".
Se refirió también a la pandemia que "ha dejado al descubierto lo vulnerables que somos, pero también lo mucho que dependemos unos de otros". Y en cuanto al actual proceso constituyente, sostuvo que "el diálogo constructivo es un camino fundamental".
En Ñuble, el obispo de Chillán, Sergio Pérez de Arce indicó que uno de los desafíos "es crecer en el diálogo, la cultura del encuentro y la amistad social. Estamos viviendo un proceso inédito en el país, como es la redacción de una nueva Constitución. La Convención Constitucional está en pleno desarrollo. No corresponde sembrar desesperanzas respecto de este camino, todavía en su etapa inicial, sino valorar que la patria pueda darse este proceso de encuentro y de construcción común a partir de sus diferencias. Pero, por lo mismo, dada la importancia que le asignamos y el anhelo compartido de que el camino emprendido sea exitoso, tenemos que insistir en la importancia del diálogo y la amistad social, un desafío que, por lo demás, tenemos en los más diversos campos de nuestra convivencia: en el Parlamento, en las instituciones, en la ciudad, en el barrio, en la familia".
Acerca de la pandemia, mencionó que ha revelado "cosas buenas como la solidaridad de tantas personas e instituciones, la importancia de un Estado sólido y la importancia de un sistema de salud básico eficiente y extendido, pero ha revelado también grandes pobrezas como la enorme cantidad de personas que labora en trabajos informales, que viven del día a día y sin todos los beneficios de la seguridad social".
En la Región del Biobío, la celebración fue presidida por el arzobispo de Concepción, monseñor Fernando Chomali. En el lugar hizo una oración por los fallecidos por el covid-19. Por aquellos que, producto de la pandemia, perdieron sus trabajos y tuvieron serias dificultades para alimentar a sus familias. Por el éxito de los procesos eleccionarios de constituyentes, alcaldes y concejales, entre otras.
"El Centro Nansen dice que dialogar no significa aceptar lo que es injusto. Hablar con el otro no es igual a la claudicación de nuestros ideales o derechos. Tenemos muchos dolores en nuestra región. Todos en nuestra región merecemos ser escuchados y eso debe ser ahora".
Monseñor Héctor Vargas Bastidas
En
La Araucanía, la actividad fue presidida por el obispo diocesano, monseñor
Héctor Vargas Bastidas. En la homilía se focalizó en el diálogo como oportunidad. Puntualizó que "todos tenemos responsabilidad sobre el herido que es el pueblo mismo de La Araucanía y todos los pueblos de la tierra".
"El Centro Nansen para la Paz y el Diálogo de Noruega nos colaborará. Ellos aceptaron este llamado y en forma totalmente gratuita, inician su trabajo con talleres con las universidades, ellos sugieren empezar por lo más simple y por lo que requiere más tiempo: enseñarnos a escuchar. Aquí se necesitan muchas voces, muchas conversaciones e incluir a todos (…) El Centro Nansen dice que dialogar no significa aceptar lo que es injusto. Hablar con el otro no es igual a la claudicación de nuestros ideales o derechos. Tenemos muchos dolores en nuestra región. Todos en nuestra región merecemos ser escuchados y eso debe ser ahora", agregó.
Respecto a la pandemia expresó que "estalló inesperadamente, exponiendo nuestras falsas garantías. Más allá de las diversas respuestas dadas por los diferentes países, se hizo evidente la incapacidad para actuar juntos".
En Los Lagos, el obispo de la Diócesis de Osorno, monseñor Jorge Concha Cayuqueo, dio gracias a Dios por el paulatino progreso en la superación de la pandemia en el mundo y en Chile. También por el trabajo desplegado por las autoridades, especialmente desde el Ministerio de Salud y la vacunación en todo el territorio nacional, por la labor y organización de los municipios y por "el inmenso trabajo de todo el personal de nuestro sistema de salud".
Adicionalmente, dijo que con la elección de los convencionales constituyentes "se inició dicho trabajo, cuyo buen éxito dependerá, a corto plazo, del trabajo que se realice y del grado de participación y confianza por parte de la ciudadanía y, a largo plazo, de la profundidad del trabajo y de los contenidos, y sin duda de sus fundamentos que le darán la hondura, la trascendencia que se espera".
En Aysén, la ceremonia estuvo a cargo del obispo vicario apostólico Luis Infanti, quien sostuvo que "vivimos tiempos desafiantes: estamos transitando hacia la elaboración de un nuevo texto Constitucional; estamos en un período de nuevas elecciones; estamos sumergidos en una preocupante crisis climática; estamos gravemente heridos por hechos permanentes de violencia familiar y social", entre otros.