Con el toque de queda que rigió durante gran parte de 2020 y 2021, se registró una fuerte disminución en el ruido nocturno, tendencia que se ha revertido desde el fin de la medida, con la energía acústica en aumento, acercándose a niveles previos a la pandemia. En ese sentido, en la capital por ejemplo la mayor alza fue la registrada en IV Centenario, en Las Condes, donde hubo un aumento del 100%, con tres decibeles más.