Jaime Bassa, vicepresidente de la Convención Constitucional.
Aton.
El vicepresidente de la
Convención Constitucional, Jaime Bassa, analizó este martes los hechos de violencia ocurridos ayer en el contexto del segundo año desde el estallido social, jornada que además coincidió con el inicio de la etapa de redacción de la nueva Carta Magna. Esto, luego que los convencionales escogieran el primer día hábil tras retornar de sus semanas territoriales.
"Hay dos grandes sectores en el país que no creen en el proceso constituyente. Uno, aquel que todavía defiende la Constitución del '80 y que está haciendo todo lo posible para que éste fracase y para no tener nueva Constitución y así poder proteger al proyecto político de la dictadura. A ellos, les diría que se sometan democráticamente a la voluntad popular de la mayoría", sostuvo Bassa esta mañana a radio Cooperativa.
"Al otro sector que tampoco confía mucho en el proceso, primero le diría que los procesos de transformación social son lentos, no son instantáneos ni automáticos, precisamente porque detrás de ellos hay cambios culturales que pasan por la educación, educación cívica, y protagonizar prácticas políticas de convivencia democrática distintas", explicó.
Por tanto, a ambos grupos "les transmitiría que la política, el diálogo y la deliberación es la única herramienta que tenemos las personas que pensamos distinto para construir un lugar común, y les pediría que volvamos a confiar en lo que estamos haciendo".
"Se habla de violencia con mucha soltura"
El vicepresidente de la Convención planteó que "la violencia, pero especialmente los saqueos que vimos anoche -para que no usemos la palabra 'violencia' para cualquier cosa- desvía el foco de la atención pública de lo realmente importante, que es el proceso de transformación que estamos viviendo, y que estalla en la revuelta popular de octubre de 2019".
"Lo que vimos anoche es vandalismo, saqueos, y no hay una forma de acción política que esté detrás de actos que tengan como finalidad que la institucionalidad tome una decisión determinada; esa distinción me parece fundamental".
Jaime Bassa, vicepresidente de la Convención Constitucional
Bassa criticó que "
distintos sectores políticos se han dado la libertad de hablar de la violencia como si fuera una forma de acción política, y yo me atrevería a decir que en Chile nadie está utilizando la violencia como forma de acción política".
"Lo que vimos anoche es vandalismo, saqueos, y no hay una forma de acción política que esté detrás de actos que tengan como finalidad que la institucionalidad tome una decisión determinada; esa distinción me parece fundamental. Vimos violencia política, por ejemplo, en dictadura y ahí había claramente una manifestación de actos violentos que tenía objetivos políticos", planteó.
Si bien reconoció que el vandalismo y saqueos "no le hace bien al proceso Constituyente ni a la estabilidad democrática", enfatizó en que la distinción es clave, "porque o si no, se habla de violencia con mucha soltura, y no debiéramos hacerlo, precisamente por la envergadura política que tiene el concepto".
Vías para la solución de las demandas
Con todo, Bassa afirmó que afortunadamente no se vio "la represión brutal por parte del Estado, y no se ha visto con la intensidad que se dio en los levantamientos populares de la primera década del siglo XX. Pero también es una alternativa que la clase política pudiera responder rápidamente con proyecto de ley que fueran a resolver los problemas basales de nuestra convivencia democrática, especialmente aquellos que se encuentran atravesados por los derechos fundamentales de carácter social, como salud, seguridad social, educación, trabajo y vivienda".
"Lamentablemente han pasado dos años, la pandemia ha dificultado mucho también la forma de enfrentar este conflicto, pero la verdad es que desde la clase política no se ha visto una disposición real a presentar proyectos de transformación que apunten a la raíz de las demandas sociales, y probablemente las AFP sea el mejor ejemplo", agregó.
A su juicio, "pareciera que la clase política no entiende la profundidad de la demanda en contra de las AFP, y se mantiene la discusión en torno a cuánto sube el porcentaje de cotización, quién lo administra, pero pareciera que no entienden que lo que está en discusión es el modelo de capitalización individual propiamente tal".
"El proceso constituyente es parte de esa respuesta, pero como las reformas son estructurales y van a ser más lentas, requieren ir acompañadas de ciertas decisiones intermedias por parte de los poderes constituidos, y hasta ahora no las hemos visto", zanjó.
