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La dura crítica de Cristián Warnken a Fernando Atria por la justificación de la violencia y la respuesta del convencional

El escritor afirmó que "la violencia obscena" que se vio el lunes ha sido posible "por el aval teórico" de algunos intelectuales. "Para algunos pensar es bello solo cuando se refiere a abstracciones y teorizaciones", replicó el convencional.

22 de Octubre de 2021 | 10:23 | Redactado por N. Ramírez, Emol
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En una columna, Warnken calificó los dichos de Atria sobre la violencia como una "barbaridad".

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SANTIAGO.- Tras los incidentes ocurridos en el segundo aniversario del 18-O, el escritor y académico Cristián Warnken apuntó sus críticas hacia "algunos intelectuales" que, a su juicio, han sido "aval teórico" de los últimos hechos de violencia en el país, mencionando directamente al abogado constitucionalista y convencional Fernando Atria.

"Si la violencia obscena que vimos esplender este lunes ha sido posible, ha sido justamente por el aval teórico que algunos intelectuales se han apresurado a darle desde el comienzo, desde la destrucción del metro en octubre del 2019", afirma Warnken, en una columna publicada ayer en "El Mercurio".

"Es fácil justificar esa violencia tomándose un whisky"


En ese sentido, critica las declaraciones de Atria acerca de los hechos de violencia: "¿Hay acaso una diferencia esencial entre las quemas de iglesias y de espacios públicos ocurridas este 18 de octubre y las quemas y destrucciones del 18 de octubre de 2019? Eso parece creer Fernando Atria, quien afirma que 'la violencia de 2019 la podemos ver como algo que abrió la puerta a una oportunidad que hoy todos celebramos' (sic) y que 'los hechos constitutivos de delito en 2019 hay que mirarlos de un modo distinto a lo del lunes'".

"Atria y todos los intelectuales y profesionales de la política que han practicado un voyerismo con los pavorosos y terroríficos hechos de destrucción nihilista (...) son más responsables de esta violencia que esos jóvenes enajenados y encapuchados, muchos de los cuales han sido intoxicados por profesores, intelectuales y dirigentes políticos con delirios refundacionales y con la 'romantización' de la violencia obscena. Les han proveído de una estética y una ética"

Cristián Warnken
Dice que "lo que más sorprende es la impasibilidad con que Atria sostiene esa barbaridad" y afirma que "es fácil justificar esa violencia tomándose un whisky en el living de una casa, en un condominio de un barrio acomodado, sin haber sufrido en carne propia los daños que esa violencia provoca, tal como lo describen los vecinos y pequeños comerciantes de los sectores 'sacrificados', víctimas que este indecente discurso intelectual pretende invisibilizar, como si algunos ciudadanos merecieran la compasión y el apoyo ante la violencia (las víctimas de los abusos de Carabineros) y otros no".

"Atria y todos los intelectuales y profesionales de la política que han practicado un voyerismo con los pavorosos y terroríficos hechos de destrucción nihilista convertidos en moda e incluso en algunos casos en entretención, y que han contribuido a funar a quienes desde un comienzo han condenado esa violencia sin ambigüedades, son más responsables de esta violencia que esos jóvenes enajenados y encapuchados, muchos de los cuales han sido intoxicados por profesores, intelectuales y dirigentes políticos con delirios refundacionales y con la 'romantización' de la violencia obscena. Les han proveído de una estética y una ética, y de un pensamiento político para darle sentido a la destrucción nihilista; de alguna manera, los han usado como 'carne de cañón' de sus frustrados ensueños jacobinos", afirma.

Concluye señalando que "al menos esos jóvenes han arriesgado sus vidas en esas acciones; estos intelectuales y profesionales de la política, en cambio, no han arriesgado nada: viven de sueldos fijos, no tienen que levantarse todos los días a sostener sus pequeños negocios y no usan ni el metro ni los servicios públicos que sus 'discípulos' incendian o destruyen. Y si el país entra en decadencia, podrán ir a seguir doctorándose en conspicuas universidades extranjeras".

"Para algunos pensar es bello solo cuando se refiere a abstracciones"


El aludido Fernando Atria respondió a las críticas, a través de una carta al director publicada este viernes en el mismo medio, donde parte diciendo que "Cristián Warnken nos ha mostrado cuán cierto es que la cuestión de la violencia, examinada cara a cara, es difícil de tratar con tranquilidad", ya que "ella llama a reemplazar el argumento por descalificaciones y exageraciones".

Reafirma que "efectivamente, creo que el hecho de que se haya abierto un proceso constituyente es consecuencia de los hechos del 18 de octubre y días posteriores" y que "como toda descripción de lo ocurrido, podrá ser calificada de verdadera o falsa", pero que "llamarla 'una barbaridad' solo porque a uno le parece mal que eso haya ocurrido es una invitación a vivir en el autoengaño". "Es que Warnken escribe como si su objetivo fuera acreditar su virtud republicana, no entender lo que pasa a su alrededor", señala.

"Warnken escribe como si su objetivo fuera acreditar su virtud republicana, no entender lo que pasa a su alrededor"

Fernando Atria
Agrega que "si de condenas morales se trata, me sumo a él: la violencia es un modo injustificable de manifestación de la conflictividad inherente a la vida social". En ese sentido, argumenta que "el sentido fundamental de la institucionalidad política (=la Constitución) es crear otras formas de manifestación y solución de esa conflictividad, para excluir la fuerza libre, sustraída a la jurisdicción reguladora de un ordenamiento jurídico". Sin embargo, advierte que "cuando esa institucionalidad alcanza un grado suficientemente profundo de deslegitimación, deja de ser capaz de conducir esa conflictividad, la que entonces se manifiesta ignorando toda norma suprapersonal de responsabilidad y de regulación".

Hace ver que "algunos advertimos desde mucho antes de 2019 que eso era precisamente lo que estaba pasando en Chile, y que por eso era necesaria una nueva Constitución y un proceso constituyente; que era urgente hacerlo antes de que estallara. Y la respuesta de los que entonces buscaban acreditar su virtud republicana era que no era necesaria una nueva Constitución, porque no había una crisis política".

"Así esos virtuosos hicieron su aporte a que el problema no se solucionara y que continuara profundizándose. Y hoy, cuando sufrimos las consecuencias de su irresponsabilidad y frivolidad, son ellos los que se dedican a repartir al resto certificados de virtud. Es que para algunos pensar es bello solo cuando se refiere a abstracciones y teorizaciones", remata.
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