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Con pictogramas y frases cortas se deberá escribir una versión de la propuesta de Carta Magna

El 36% de la población del país podría requerir una adaptación de la norma que esté validada por personas con dificultades para comprender. U. Católica, U. de los Andes y Micare proponen realizar este documento sin costo alguno para la Convención.

30 de Octubre de 2021 | 12:39 | Por Alexandra Chechilnitzky, Crónica Constitucional
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El Mercurio
Parecen textos distintos, pero lo cierto es que se trata de dos versiones oficiales. La Constitución de España, además de su versión original, tiene otra que se denomina "de lectura fácil" y lo mismo podría ocurrir en Chile, ya que la Convención Constitucional se propuso realizar una adaptación de su propuesta de Carta Magna a dicho estándar.

En el artículo 58 del Reglamento General del organismo, los convencionales establecieron que, luego de redactar la propuesta de texto constitucional, se deberá elaborar "una edición que cumpla con el estándar internacional de lectura fácil, en formato braille, en castellano, en inglés y en las lenguas de los pueblos y naciones preexistentes que sea posible".

En los hechos, que una edición cumpla con el estándar de lectura fácil significa que, por ejemplo, debe usar tipografías que no tengan serifas (adornos en los caracteres), un tamaño de letra de 14 hacia arriba y una versión digital en la que una persona de baja visión pueda incrementar el tamaño tanto como lo requiera y que debe tener habilitada la opción de ser leída por el JAWS, programa que utilizan las personas ciegas.

Junto con lo anterior, el texto tiene que ser escrito de forma sencilla. "Frases cortas, dirigidas y sin voces pasivas", explica Marcela Tenorio, directora alterna del Instituto Milenio para la Investigación del Cuidado (Micare) y académica de la Universidad de los Andes, quien añade que también es deseable incluir pictogramas, es decir, imágenes "que ayudan a conferir sentido al texto escrito".

Así se construyó la versión de lectura fácil de la Carta Fundamental de España. De esa forma, por ejemplo, si en su versión tradicional se lee que "la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas", en la versión de lectura fácil primero se antepone un título y luego señala que "España es el país de todos los españoles. En España hay regiones y nacionalidades. Las regiones y nacionalidades pueden convertirse en comunidades autónomas".

Además de la adecuación del texto, el diseño gráfico cambia y el tamaño de los escritos crece al doble del tamaño original.

Más de un tercio de la población se beneficiaría

En el caso de Chile, según las estimaciones del Micare, el 36% de la población tiene dificultades para leer los textos tradicionales por motivos como un bajo nivel de escolaridad, dificultades propias de la edad avanzada, inmigrantes de habla no hispana o personas con discapacidad intelectual, entre otros.

De esta forma, tener una versión de la Constitución en lectura fácil beneficiaría a aproximadamente seis millones de personas en el país.
Tenorio, académica de psicología, explica que la lectura fácil "es una manera a través de la cual se genera una adaptación de un texto en donde se simplifica y además se valida por un grupo de personas que tienen dificultades para la comprensión".

En la práctica, es más que un documento de lenguaje simplificado, ya que en el caso de este último, se trata de un "lenguaje más accesible para las personas, con términos más claros y redacción más sencilla", explica Tenorio. Es algo distinto a los textos infantiles, ya que estos últimos se elaboran "pensando en la capacidad lectora de los niños", dice la académica, y se relacionan con la cantidad de palabras que se incluyen en una frase, el texto que se integra en una hoja y si se acompaña o no de ilustraciones.

Así, luego de España y Argentina, Chile se podría convertir en el tercer país del mundo en tener una versión completa de su Carta Fundamental en lectura fácil. En el caso de México, el país contempla su primer título con este estándar, pero el resto de su Constitución no ha sido adaptada.

Pasos para la validación

La lectura fácil es un estándar internacional que la Comunidad Europea ha ido cumpliendo progresivamente. Hoy, las sentencias judiciales, contratos como los de arriendo, de tarjetas de crédito o de casas comerciales y las leyes "tienen que estar en lectura fácil. Poco a poco, todo el lenguaje técnico exclusivo para expertos se va eliminando", señala Ricardo Rosas, director del Centro de Desarrollo de Tecnologías de Inclusión (CEDETi UC).

Para que Chile avance en esa línea, la Universidad Católica, la Universidad de los Andes y Micare han propuesto realizar la versión de Carta Fundamental en lectura fácil sin ningún costo para la Convención Constitucional.

"La adaptación de textos relevantes para que sean difundidos en la comunidad nacional es de gran relevancia. En esta tarea, la UC a través de sus centros y por medio de sus académicos(as) y profesionales quiere aportar al país, con el objeto de facilitar su comprensión, lectura y divulgación", dice el rector de la UC, Ignacio Sánchez.

Para hacerlo, primero se debe elaborar el escrito original, que en este caso es la tarea de los convencionales, para que luego se realice una simplificación, es decir, reducir "la complejidad y longitud del texto, de tal forma de que pase a ser comprensible prácticamente para cualquier persona", señala el director del CEDETi UC, institución que se encargaría de esta etapa de la propuesta de Carta Fundamental, además de su diseño.

Una vez que se adapta el texto, se inicia la fase de validación del documento, en la que al menos cinco personas que tienen dificultades de comprensión y que están certificados para esta función validan que este se entienda por completo. En el caso de Chile, son entre 20 y 30 personas las que realizan esta función.

Al equipo de validadores se suma un dinamizador, que también debe estar certificado, y quien sin intervenir en las indicaciones que realizan las personas con dificultades de comprensión, guía el proceso, anota las inquietudes y consultas e identifica cuáles son las partes del texto simplificado que no se entienden o dónde hay una redacción complicada.

Además, este equipo debe identificar qué palabras deberían incluirse en un glosario, pero no al inicio ni al final del texto, como se hace comúnmente, sino que al margen derecho de cada página que contenga algún término que requiera ser aclarado.

Una vez finalizado dicho proceso, se genera la primera versión en lectura fácil y se integran las preguntas que deben ser aclaradas por quienes simplificaron el texto inicial. El proceso se repite cuantas veces sea necesario hasta llegar a un texto final aprobado completamente por los validadores.

Ejemplos nacionales

En la actualidad, solo tres documentos públicos han sido sometidos a este proceso en el país para cumplir con la norma europea de lectura fácil: el decreto que estableció el estado de excepción constitucional al inicio de la pandemia, los protocolos de manejo hospitalario en los cuales se informa a las personas con discapacidad sobre sus derechos de pacientes con covid-19 y un libro que enseña sobre educación cívica a las personas que asisten a escuelas especiales.

Por ello, para el director del CEDETi UC, que la Convención haya decidido integrar en su reglamento general la confección de una versión de la propuesta de Constitución en lectura fácil "es una señal inclusiva porque realmente hay una preocupación de que todas las chilenas y chilenos tengamos acceso y podamos comprender de manera autónoma qué es lo que está diciendo la nueva Constitución. Es una actitud que me parece que es muy positiva y que habla muy bien del futuro de ese texto".

Y Marcela Tenorio añade: "sería importante que se plebiscite el documento de salida en lectura fácil". Esto, dice la directora adjunta de Micare, "si queremos una votación responsable; de lo contrario, vamos a tener a personas influenciadas, que no tuvieron cómo revisar el texto, en función de lo que digan los otros".

Si bien la realización de esta versión de la Constitución fue algo aprobado por el pleno de la Convención, consultados al respecto distintos constituyentes, no tienen definido todavía cómo se llevará adelante el proceso.
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