A cinco meses del disparo que mató a la subinspectora de la PDI Valeria Vivanco, el sumario que se realizó en contra del detective Leonel Contreras -imputado por el crimen- determinó que no adoptó "las medidas de resguardo necesarias en el desempeño de sus labores habituales" el día del suceso, "sin el uso de chaleco antibalas". También se comprobó que, a pesar de que el detective negó haber usado su arma de servicio marca Jericho, "el análisis arrojó positivo, detectando la presencia de partículas características de residuo de disparo de armas de fuego, compuesta por plomo-antimonio-bario (PB-Sb-Ba), en las muestras tomadas desde ambas manos del detective Leonel Contreras".