Cinco pastores de la Unidad Evangélica de Chile presentaron un recurso de protección por el derecho a la libertad de culto, luego de que en mayo de 2020 Leonel Espinoza Pino, de la Iglesia Bíblica Bautista, y Néstor Riveros Ortega, de la Iglesia Evangélica Cristo Viene Pronto, fueran detenidos por infracción al delito sanitario.
La acción legal fue acogida por la Corte Suprema, argumentando que "la autoridad no puede limitar la libertad de culto si -al mismo tiempo- permite la realización de otras actividades con aforos delimitados". El tribunal agregó que la ceremonia religiosa debe cumplir con los aforos máximos determinados por la autoridad, lo que se aplica tanto para espacios abiertos o cerrados.
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