El 1 de diciembre pasado, Francisco Solar concretó en la cárcel de Rancagua -donde se encuentra privado de libertad- una declaración que pidió entregar al Ministerio Público, en el contexto de la investigación en su contra por múltiples atentados explosivos. Dos el 24 de julio de 2019, al exministro del Interior Rodrigo Hinzpeter y a una comisaría de Carabineros, y uno en enero de 2020 a la empresa Tánica de Vitacura.
Solar había decidido hablar.
"El objetivo de esta declaración es reconocer participación en los hechos que se me formalizaron", inició el imputado, para luego seguir relatando que "para contextualizar desde noviembre de 2017 vivimos con Mónica Caballero en una parcela en la comuna de San Rafael, Región del Maule".
"El año 2018 y a principios del 2019 —menciona— estuvo marcado por la brutalidad policial contra los escolares que se manifestaban contra la Ley Aula Segura y por diferentes demandas. Fue recurrente ver imágenes de Carabineros golpeando a estudiantes que se les cruzaran por encima e incluso sacándolos de sus salas de clases para llevarlos a las comisarías. Es importante señalar que esta lucha contra la Ley Aula Segura fue el antecedente directo del llamado a evadir que hicieron los escolares frente al alza del pasaje del Metro, lo cual fue el ‘gatillante’ de la revuelta iniciada el 18 de octubre".
Y agrega que en ese marco decidió el ataque a Carabineros y también al exministro Hinzpeter.
Sobre sus motivaciones indica que "definidos los objetivos me dispuse a determinar y definir el lugar desde donde saldrían las encomiendas. Visité varias sucursales de Correos de Chile y de Starken en varias comunas, hasta que la encontré la sucursal de Correos de Chile ubicada en Gran Avenida, específicamente en la comuna de El Bosque, que contaba con todas las características necesarias: era pequeña, tenía muy poco flujo de gente y lo más importante, no contaba con cámaras de seguridad en su interior, contaba solo con una que estaba afuera".
También explica cómo Hinzpeter se convierte en un "blanco".
"En agosto del 2010, junto con trece personas más fuimos objeto de los delirios represivos de Hinzpeter, que en su afán por terminar con los bombazos ocurridos, principalmente, en el sector oriente de la capital desde el año 2005, nos encarceló inventando pruebas, contratando a presos dispuestos a corroborar la tesis de la fiscalía, tesis que se refería a la existencia de una asociación ilícita terrorista", declara.
"Por estas razones fue que decidí atacar a Hinzpeter, por encontrar que representaba un objetivo completamente legítimo", sostiene. Y dice que comenzó a estudiar sus actividades y rutas.
Elaboración de bombas
Así concretó el plan y fabricó los artefactos en la parcela. "En uno de los artefactos explosivos utilicé toda la dinamita que había comprado. Es decir los 100 gramos que estaban insertos en el niple plástico. La dinamita solo explota con un detonador industrial y el que había comprado era pirotécnico. Por lo que no calzaba con el sistema eléctrico que tenía pensando para el artefacto explosivo , por lo tanto tuve que realizar una adaptación consistente en insertarle el trozo de mecha industrial al detonador , a este trozo de mecha adosarle un cambucho con pólvora negra y dentro de la pólvora negra insertarle los filamentos de una ampolleta pequeña, ampolleta que a su vez iba unida con todo el sistema eléctrico", describe el imputado.
Solar afirma, además, que, "una vez que se cerrara el circuito eléctrico los filamentos de la ampolleta se prenderían, provocando una reacción en cadena que provocaría la explosión de la dinamita. Para cerrar el circuito utilicé un perro para colgar ropa y en sus uniones le adjunté un cable de cobre en cada unión , para mantener el circuito abierto, previo a la explosión . Como fuente de energía, utilicé una batería de 9 v".
Cerrar caja explosiva: "lo más complicado"
La elaboración tenía dificultades, reconoce.
"Lo más complicado de la confección fue realizar todas las conexiones eléctricas las que no podía hacer con la caja abierta porque se cerraría el circuito, por lo que tuve que abrir por medio de un corte fino con Dremel, que es una herramienta multipropósito , la caja por su base, es decir por su parte trasera. Una vez abierta inserté el artefacto explosivo y efectué todas las conexiones . Toda la cablería y el niple con la dinamita la fijé muy bien con cinta de embalaje con el propósito de evitar movimientos y posibles accidentes durante el transporte. Luego de haber realizado esto, volví a cerrar la caja con el mismo trozo de madera". Detallando: "Este artefacto es el que estaba dirigido a Rodrigo Hinzpeter".
"En uno de los artefactos explosivos utilicé toda la dinamita que había comprado. Es decir los 100 gramos que estaban insertos en el niple plástico. La dinamita solo explota con un detonador industrial y el que había comprado era pirotécnico. Por lo que no calzaba con el sistema eléctrico que tenía pensando para el artefacto explosivo , por lo tanto tuve que realizar una adaptación consistente en insertarle el trozo de mecha industrial al detonador , a este trozo de mecha adosarle un cambucho con pólvora negra y dentro de la pólvora negra insertarle los filamentos de una ampolleta pequeña, ampolleta que a su vez iba unida con todo el sistema eléctrico"
Francisco Solar
Sobre el atentado que dejó herido a un funcionario policial dice que era de menor complejidad.
"El segundo artefacto explosivo, el que estaba dirigido al mayor Manuel Guzmán, de la 54° Comisaría de Carabineros, lo confeccioné con pólvora negra, pólvora que hice yo (...) Al ser pólvora negra la sustancia explosiva no requería de detonador industrial para su explosión, bastaba con insertarle el filamento de una ampolleta pequeña. La pólvora negra que confeccioné la metí dentro de un niple de acero de unos 30 centímetros de largo. Las conexiones eléctricas, la fuente de energía y el dispositivo de seguridad consistente en un interruptor eléctrico fueron exactamente iguales a la del primer artefacto que confeccione".
Detalla que el 24 de julio de 2019 "salí de la parcela alrededor de las seis de la mañana. A Mónica Caballero le dije que iría a Santiago a una entrevista de trabajo y que volvería en la tarde".
Relata que realizó el viaje con "bigotes falsos, lentes, un gorro y varias capas de ropa para aumentar mi fisonomía".
Relata además un recorrido que la fiscalía y el OS9 de Carabineros ya reconstruyó con exactitud en la investigación previo a su detención.
“Tardé alrededor de 10 minutos en la entrega (de paquetes en Correos de Chile) y salí nuevamente a Gran Avenida, donde abordé otro taxi en dirección la calle Beaucheff (…), a un costado del Parque O'Higgins, en ese paradero me saqué parte del atuendo que llevaba”. El mismo que luego la fiscalía Sur y el OS9 de Carabineros incautaría desde el basurero donde lo depositó.
Agrega: “A su pregunta de cómo aprendí a confeccionar estos artefactos explosivos, la pólvora negra y todo el sistema eléctrico, aprendí a confeccionarlos de las carpetas investigativas del caso Bombas 1 y la técnica utilizada para el paquete explosivo en sí, lo vi en una revista de España”. Y puntualiza que envió “el comunicado de adjudicación a la página de contrainformación, ‘Contrainfo’”.
Ataque a Tánica 2020: "Revuelta identificó a Carabineros como enemigos"
También describe el atentado en Tánica en enero de 2020 y la intención de dañar a Carabineros: “Desde el inicio de la revuelta yo fui parte de las distintas movilizaciones, que se vivían día a día, y pude ver a metros míos cómo caían ensangrentados los jóvenes producto de los balines de Carabineros y de las bombas lacrimógenas disparadas. Fue por esto que la revuelta identificó a los Carabineros como uno de sus propios enemigos, por lo tanto, un ataque contra ellos era imprescindible y estaba completamente justificado”.
Así le pidió ayuda a la coimputada Mónica Caballero, sobre todo en la caracterización, dice.
Relata que el 25 de febrero de 2020 viajó a la parcela de San Rafael con elementos para la confección de artefactos explosivos con una olla a presión y un extintor. Y que luego se devolvió a Santiago con los artefactos ya confeccionados, pero “sin su fuente de energía”, sin riesgo de explosión en el viaje. Para luego ir a un hotel con Caballero, que “se caracterizó”.
Tras ello, se dirigió hasta Tánica, en Vitacura, lugar donde él solo, afirma, dejó las bombas.
Solar fue absuelto en Chile en el llamado caso Bombas 1, sin embargo, resultó condenado en España por el atentado a la Basílica Nuestra Señora del Pilar.