Los partidos políticos que deberán convivir en la Cámara pasarán de de 16 a 22 a partir de marzo.
El Mercurio
"La presidencia de la Cámara está para cualquiera" es una de las frases más reiteradas por estos días de "frenéticas negociaciones" en la Corporación por quién tomará el control de la entidad a contar de marzo próximo cuando se renueve el período legislativo. Quienes protagonizan las conversaciones por intentar lograr un acuerdo administrativo que dé gobernabilidad a la Cámara de Diputados observan puntos críticos para el éxito de la negociación: lo que se ha denominado la excesiva atomización de partidos políticos que deberán convivir, al pasar de los actuales 16 a 22; y la coexistencia de "tres bloques frente a la futura oposición": Apruebo Dignidad (partidarios del Presidente electo), el ex Nuevo Pacto Social (partidos tradicionales, más la DC) y un tercer componente que va por fuera de los otros dos bloques, el que integran los ecologista e humanistas liderados por la diputada Pamela Jiles; sumado a que así como existen acercamientos colectivos, también los hay individuales, los que podrían mover la aguja hacia uno u otro sector en disputa por la presidencia de la Cámara.