Esta es la Decam instalada el el telescopio de cerro Tololo.
SANTIAGO.- Los dinosaurios la pasaron mal por culpa de un asteroide. Hace 65 millones de años, uno impactó en Yucatán, en México, y terminó con su dominio sobre el planeta. Ahora la humadidad tiene una mejor oportunidad gracias al trabajo que se hace en observatorios chilenos.
Científicos de todo el mundo están en constante búsqueda de los NEO (Near-Earth Objects), pero Chile corre con ventaja gracias a la Decam o Dark Energy Camera instalada en el telescopio de 4 metros del Observatorio Interamericano de Cerro Tololo.
Este dispositivo va sacando imágenes consecutivas de una zona del cielo del tamaño de la Luna y luego los astrónomos comparan dos imágenes para detectar qué objetos se movieron entre una y otra. Luego viene la tarea de identificar y clasificar el objeto y listo: asteroide, cometa o meteorito quedan en una lista para análisis en otros observatorios.
Cada imagen tiene 0,5 gigapixeles y pesa unos 500 megabytes. El problema es que los NEO son muy numerosos y encontrarlos es una tarea larga. Alejandro Clocchiatti, astrónomo de la U. Católica de Chile, explica que ya hay entre 10.000 y 15.000 objetos catalogados, pero que el total "podría llegar al millón de objetos".
La mayoría son pequeños y no constituyen una amenaza, pero aquellos que sobrepasan cierto tamaño, alrededor de 100 metros, según indica Clocchiatti, sí pueden llegar a serlo. El astrónomo recuerda el episodio de Tunguska, Rusia, en junio de 1908, cuando un asteroide rozó la atmósfera arrasando con miles de hectáreas de bosque y produciendo lo que algunos denominaron "la mayor explosión de la historia".
Mucho más recientemente, en 2013, un meteorito de 17 x 15 metros explotó a 20 km de altura cerca de la localidad rusa de Cheliábinsk y produjo una onda de choque que dejó 1.500 personas heridas y millones de dólares en perdidas materiales.
Nueva supercámara
Ahí es donde entra en juego el Large Synoptic Survey Telescope o LSST en Cerro Pachón, al interior de La Serena. Cuando entre en plena operación en 2022, tendrá una cámara asociada a un lente de 8,4 metros de diámetro, más del doble del que existe en Tololo. Además tendrá la gracia de que podrá escanear el cielo de forma automática de manera que cubrirá todo el cielo en tres días, sacando hasta 800 imágenes diarias.
Cada imagen tendrá 3,2 gigapixeles, así que entregará a los científicos 6 veces más información que la que permite la Dacam. Además, la comparación entre imágenes consecutivas se procesará de manera mucho más rápida, facilitando la detección de los NEO que puedan ser peligrosos.
César Fuentes, astrónomo de la U. de Chile, recuerda además que estos objetos son interesantes por sí mismos, pues enseñan acerca de cómo se formó el Sistema Solar, pero reconoce que "tienen un sex appeal mayor por esta relación de amor y odio que tienen con la vida", ya que se les atribuye haber sido los portadores del agua a nuestro planeta, al mismo tiempo que han sido protagonistas de episodios de extinción masiva.
Pero gracias a instrumentos como el Dacam y la cámara del LSST, la humanidad no será sorprendida por ningún asteroide.