Los tres miembros que conforman la tripulación deben permanecer tres meses en el módulo principal de la estación Tianhe, o Armonía Celestial en español. Durante ese periodo llevarán a cabo el mantenimiento de la nave, experimentos científicos, caminatas espaciales y preparar la instalación para recibir dos módulos adicionales en 2022.
Si bien China admite que llegó tarde al juego de las estaciones espaciales, asegura que sus instalaciones son de vanguardia. También indica que Tiahhe podría durar incluso más que la Estación Espacial Internacional (EEI), que se acerca al final de su vida funcional.
En esta línea, el lanzamiento de este jueves revive -después de una pausa de cinco años- el programa espacial tripulado del gigante asiático. En total, China ha enviado 14 astronautas fuera de la atmósfera, desde que logró la hazaña por primera vez en 2003, convirtiéndose en el tercer país del mundo en hacerlo, después de la ex Unión Soviética y Estados Unidos.
AFP | El logo de la nueva estaciónA medida que la economía china comenzaba a cobrar fuerza a principios de los 90, el país formuló un plan para la exploración espacial, que ha prosperado de forma constante y cautelosa. Si bien EE.UU. le ha prohibido su participación en la EEI, debido a la naturaleza secreta de su programa y a las estrechas conexiones militares, es probable que el gigante asiático hubiera construido su propia estación para alcanzar el estatus de ser una gran potencia espacial.
En una conferencia de prensa realizada este miércoles en el centro de lanzamiento de Jiuquan, el subdirector de la Agencia Espacial Tripulada de China (CMSA), Ji Qiming, dijo a los periodistas que la construcción y operación de su estación elevará las tecnologías de su país y “acumulará experiencia para toda la sociedad”.
El programa espacial es parte de un impulso general para encaminar a China hacia misiones aún más ambiciosas, y brindar oportunidades de cooperación con Rusia y otros países en su mayoría europeos, junto con la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Ultraterrestre (UNOOSA).
El programa espacial de China ha sido una enorme fuente de orgullo nacional, encarnando su ascenso desde la pobreza a su asunción como la segunda economía más grande del mundo, durante las últimas cuatro décadas. Esto ha ayudado a reforzar el poder del Partido Comunista, cuyo gobierno autoritario y estricto sobre la actividad política han sido tolerados por la mayoría de los chinos debido al auge financiero.
Xi Jinping, el Presidente y jefe del partido, se ha asociado estrechamente con ese éxito. Incluso Ji, el subdirector de la CMSA, le atribuyó a su administración la agenda para el ascenso chino al espacio. De hecho, la primera misión de la estación coincide con la celebración del centenario del Partido Comunista. Un importante hito político que se llevará a cabo el próximo jueves 1 de julio.
De forma paralela, China ha estado modernizando su ejército, lo que genera preocupación por parte de EE.UU. y sus aliados en la OTAN. Si bien el gigante asiático defiende el desarrollo pacífico del espacio sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo, muchos recuerdan que en enero de 2007 envió un misil balístico para destruir un satélite meteorológico inactivo, creando un campo de escombros que sigue siendo una amenaza.
Reuters | De izquierda a derecha: Haisheng, Boming y HongboEl comandante de la misión se llama Nie Haisheng, de 56 años, y sus compañeros son los astronautas Liu Boming de 54 y Tang Hongbo de 45. Todos ex pilotos de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación, con títulos de posgrado y sólidos antecedentes científicos. Los tres fueron reclutados por el ejército, lo que subraya sus estrechos vínculos con el programa espacial.
No es la primera vez que dos de estos tripulantes salen de la atmósfera. Para Nie, es su tercer viaje al espacio, y para Liu, el segundo después de una misión en 2008 que incluyó la primera caminata espacial de China. Tang, en tanto, fue reclutado en 2010 y es su primera vez.
Para el futuro, según los funcionarios, las misiones chinas incluirán mujeres, estadías de seis meses, y hasta seis astronautas durante los cambios de la tripulación. De acuerdo a lo dicho por Ji este miércoles, con China intensificando la cooperación y los intercambios internacionales, es sólo cuestión de tiempo antes de que los astronautas extranjeros se unan a sus colegas chinos en misiones hacia la estación.
Aparte de su programa espacial tripulado, China se ha estado moviendo audazmente hacia la exploración del sistema solar con naves espaciales robóticas. El mes pasado -por ejemplo- aterrizó una sonda en Marte que transportaba al rover Zhurong, máquina que está realizando una variedad de de estudios, entre ellos buscando agua congelada, lo que podría proporcionar pistas sobre si el planeta rojo alguna vez sustentó vida.
Anteriormente, el gigante asiático había aterrizado una sonda y un rover en el lado menos explorado de la Luna, uniéndose al Yutu o Conejo de Jade que formaba parte de una misión de exploración lunar anterior.
China también introdujo las primeras muestras lunares que ha recibido la Tierra desde la década de los 70, y los funcionarios han asegurado que quieren enviar astronautas chinos al satélite y construir eventualmente una base de investigación allí.