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“Tengo muchos “la primera” en mi vida”

03 de Febrero de 2005 | 10:06 |
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Multifacética. Desde que se tituló de abogada no ha parado. Fue profesora, presidenta del Consejo Nacional de Televisión, es militante de la Concertación y miembro de Comunidad Mujer.

Comenta que le ha tocado ser la primera mujer en varios puestos y se siente orgullosa. Asegura también que lo que más le llena es el servicio público. “Me gusta mirar los problemas de los chilenos en su conjunto. Las necesidades de Chile han sido mi obsesión”, dice.


-¿Crees que en alguno de tus trabajos te tocó vivir en un mundo más de hombres?
“Siempre. Hay una sola rectora mujer en el Consejo, las mujeres recién llegaron a la Corte Suprema. Yo tengo muchos “la primera en mi vida”; la primera abogada integrante en la Corte de Apelaciones, la primera jefa de Educación Superior, eso significa que vivo en un mundo masculino”.

-¿Te has sentido discriminada en algún momento?
“No. Cuesta llegar pero una vez que llegas no te pueden discriminar. Yo he vivido en un mundo intelectual donde se respeta la cabeza de las personas, es más igualitario”.

-¿Y en la política hay discriminación?
“Milito en un partido que establece discriminación positiva. El hecho de que Michelle Bachelet y Soledad Alvear estén donde están es porque cuando las mujeres tienen la oportunidad, hacen bien las cosas. Para que este país esté mejor, tiene que haber más oportunidad para las mujeres”.

Su paso por el CNTV la marcó. “Veníamos de una televisión con mucha censura y restricciones, y ese clima se desmanteló en este país, ya no hay mas censura. Ya no tiene sentido tener cable porque no hay censura, ahora este es un país muy abierto”, asegura.

Aún así, reconoce que sólo en cable se encuentran programas que son un aporte a la educación. A estas alturas no le exige a la televisión abierta cumplir ese rol porque ese modelo no sirve para los medios de comunicación masivos no segmentados. Lo único que sí le demandaría a la televisión es que tenga mecanismos de autorregulación “que permitan hacer una sociedad mejor y que no tenga componentes voyeristas, de hacer un negocio del morbo, que me parece terrible”.

-Eres miembro de Comunidad Mujer. ¿Te sientes feminista?
“¡Total! Y en forma creciente. Cuando uno es joven y le va bien en la vida se vuelve consciente. Me di cuenta que los hombres construyen unas redes espectaculares en torno a cualquier cosa, ya sea religiosas o deportivas y se apoyan mucho, y las mujeres no lo hacemos, porque no somos solidarias y vemos los defectos en las otras y los ponemos por arriba; los hombres no hacen eso. Yo soy feminista porque creo que hay que construir redes de apoyo de mujeres a mujeres, por eso participo en Comunidad Mujer, porque las redes son fundamentales”.

Aún así, no es extremista. “No soy antihombres, tengo un tremendo aprecio por ellos” afirma. Mal que mal vive con sus tres hijos y está inserta en un mundo masculino en el cual tiene que lidiar a diario con su sexo opuesto tanto en el trabajo como en su casa.

-¿Debe haber un vuelco?
“Tanto en la mujer como en el hombre, soy partidaria que debe haber una conversación entre géneros muy profunda y nutritiva, no esta especie de antagonismo absurdo que no conduce a nada. Los hombres también están súper confundidos, no saben cómo conversar con las mujeres. Hay un tema pendiente”.

A Pilar Armanet le preocupa profundamente el tema de las relaciones de pareja de hoy. Opina que se debiera ser capaz de construir un nuevo diálogo entre géneros donde se puedan compartir que los nuevos y distintos roles. “Los códigos de las parejas antiguas ya no sirven pero tampoco hemos diseñados códigos nuevos” asegura.

Lo que plantea no es menor y de llevarlo al extremo se podría convertir en un tema realmente alarmante: “Los hombres no son felices hoy porque las mujeres no están bien. Ellas son menos felices hoy en día y no los hacen felices a ellos. Se podría haber esperado que a partir de los nuevos roles la mujer tuviera una capacidad de ser más feliz y yo siento que no lo son porque las relaciones están muy tironeadas”, insiste.

-Compartir, no competir…
“Exacto y no es fácil. Cuando afirmo que soy feminista es porque reconozco la individualidad y las propiedades del género femenino. Soy feminista extrema en asumir que las mujeres somos distintas que los hombres y si confundimos igualdad con identidad estamos fritos. Si tengo que negar mi identidad para insertarme en una sociedad está mal, negar tu propia individualidad, tu competencia, tus rasgos, disfrazarse las 24 horas es agotador. El hombre sigue siendo hombre y la mujer se masculiniza.
“Nunca hay que negar la feminidad, lo femenino tiene una esencia profunda cuya manifestación más clara es la maternidad, en un sentido mas que biológico, de crear, de nutrir, que es infinito”, concluye.
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