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No bajar la guardia con las enfermedades venéreas

Expertos advierten que los riesgos no acaban después de la menopausia y por eso, van en alza entre las mujeres adultas.

07 de Noviembre de 2005 | 10:57 |
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Las mujeres posmenopáusicas no están incluidas dentro de los mensajes de sexo seguro, y erróneamente, se las considera de bajo riesgo. Ésa fue la conclusión a la que llegaron los doctores Faryal Mahar y Jackie Sherrard, del John Radcliffe Hospital, ubicado en Oxford, Inglaterra.

La consecuencia de esta omisión es que las enfermedades de transmisión sexual (ETS) están aumentando entre las mujeres de mediana y mayor edad.
Según los expertos -quienes acaban de publicar los resultados de sus investigaciones en el libro "Sexual Health and the Menopause" (La salud sexual y la menopausia)-, el único modo de evitar las infecciones venéreas, incluyendo el VIH, es la anticoncepción con obstáculos (como el condón).

Sin embargo, como el embarazo no es una preocupación de las mujeres posmenopáusicas, muchas parejas mayores no estiman necesario el uso de preservativos.

Según cifras de la Agencia para la Protección de la Salud de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, en el grupo de mujeres de entre 45 y 64 años, las tasas de clamidia aumentaron 177% entre 1995 y 2003. En tanto, los casos de gonorrea entre mujeres del mismo grupo subieron 249%.

En cuanto al VIH, el diagnóstico de paciente portadoras mayores de 40 años subió de 5 al 7% en apenas dos años.

En Chile, las cifras no son demasiadas, pero sí está claro que el 2,9% del total de portadores de VIH tiene más de 60 años y que los especialistas están preocupados por la escasa o inexistente educación sexual que recibe este segmento de la población.

Nuevas relaciones

En su libro, Mahar y Sherrard comentan que las mujeres menopáusicas han sido "ampliamente ignoradas en el campo de la salud sexual", pues se considera que mantienen relaciones monógamas o que están relativamente inactivas en el plano sexual. Sin embargo, resaltan, muchas están empezando a reanudar sus vidas.

Además, también están en riesgo por los cambios que ocurren en la vagina con la edad. La deficiencia de estrógeno significa que el tejido vaginal y del cuello del útero se vuelve más frágil. Esto puede derivar en lesiones que conducen a una mayor susceptibilidad de infección.

Por lo tanto, comentó la doctora Sherrard, el propósito es "tratar de crear conciencia entre las mujeres y trabajadores de la salud. Y es que la posibilidad de que estas mujeres establezcan nuevas relaciones no es algo que se les viene a la mente".

Los hombres, por supuesto, también corren riesgos de los que debieran resguardarse.
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