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"La diferencia es con o sin el traje negro"

Fanático de la música, el cine y los viajes, llegó al periodismo casi por casualidad. Aunque es muy joven, lleva varios años trabajando y ha incursionado en diversas áreas hasta ser el notero "distinto" de CQC. Está a punto de sacar el segundo disco con su grupo Rock Hudson. Versátil y divertido, se asombra de la seriedad de los chilenos.

26 de Septiembre de 2006 | 08:42 |
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Alto, flaco y desgarbado aparece en su moto que estaciona en plena vereda y asegura bien antes de bajarse. Parece tímido y serio y bastante menor de lo que es. Su humor es singular, parece que anduviera en las nubes y, de repente, bajara a tierra; se va por las ramas, retoma de improviso… es divertido él. Se parece mucho a uno de los personajes del humor chileno que más admira, a don Pío, que encarnaba Andrés Rillón; con la diferencia que… ¡Fernando Lasalvia es de carne y hueso!

Partió muy joven en el periodismo, antes de salir de la universidad, cuando uno de sus profesores lo llevó a trabajar al desaparecido diario "La Época" en temas de cine y música. Después, hizo la práctica en la radio "Biobío" y se quedó cerca de dos años hasta terminar como editor de deportes.

Le gusta mucho el fútbol, así que hacerse cargo de deportes no fue gran tema, a pesar que el prefería música y cine. "Uno tenía que aprender, igual. Lo que se aprende en la radio en cuanto a redacción y a resolver rápido los problemas es una gran escuela, es una enorme herramienta… el sujeto y predicado en la mínima expresión", dice.

Más tarde se fue al canal por cable "Vía X", donde se dedicó a hacer las biografías de los grupos musicales que los animadores presentaban en pantalla; cuando se fue el director de programación, a los tres meses de haber llegado al canal, Lasalvia ocupó el cargo. Tenía sólo 23 años.

Próxima estación, "Plaza Italia", el mítico programa del Canal 2 conducido por Marcelo Comparini. "Conocí a Carmen Luz Parot y me llevó para allá. Fue una cosa fantástica, llegar a principios de '99, conocerla a ella, a Andrés Browne, a Marcelo, a Marcos Silva a Rodrigo Herrera", dice.

-¿Por qué tan especial?
"Sentí que el humor que a mi me gusta, lo que me gusta hacer, lo pude hacer ahí; me dieron la oportunidad y fue como súper bueno".

Después, Charly Alberti, el baterista de Soda Stereo, creó una página web de música y una revista. Un amigo en común los contactó y el periodista se hizo cargo de la revista como editor. Luego se fue a Mega a "Combinado Nacional", también con Comparini. Con ese especial humor que lo caracteriza, cuenta que "como el programa no funcionó, fui el primer descabezado".

Marcelo Comparini creó, entonces, una productora –Lancelot Link- y Fernando se fue con él a desarrollar ideas para programas de televisión. "Las ideas se vendían y los tipos las desplegaban como querían. Después empezamos a hacer notas y cosas más terminadas, y entramos a 'Chile Today'. Gracias a eso, Marcelo quiso hacer 'Plaza Italia' de nuevo y pasé a ser el editor periodístico y también hacía notas: Allí empecé a desarrollar este tipo de notas que hago ahora".

-¿Y a "CQC"?
"Pasó que me venían llamando hace harto tiempo, pero yo como que me negaba, porque nunca he sido muy partidario de insertarme dentro de las estructuras; soy re malo para contar chistes o ideas de otros. No es que las deseche, las hago mal, simplemente. Entonces, preferí irme a 'REC', donde estuve un año y medio haciendo notas, era el capitán de mis notas.
"Me llamaron tres años seguidos para irme a 'CQC', pero nunca acepté hasta ahora".

-¿Qué cambió?
"Hablé con los argentinos de la productora Cuatro Cabezas y llegue a un acuerdo satisfactorio; no económico, sino que me dijeron mira el programa anda a 100 kilómetros por hora, tú andas a 50; si andas a 60, 75, está todo bien. O sea, relación de pareja, yo cedí algunas cosas y ellos en otras.
"Es bastante distinto el caso a los otros noteros, que se dieron a conocer ahí; yo traía todo un carrete de atrás. Entonces, aceptaron el tipo de notas que yo hacía".

-¿Por qué estudiaste periodismo?
"Creo que era lo menos malo que podía estudiar de todas las alternativas que tenía. Salí el '91 del colegio y era una época en que las universidades privadas estaban recién como expandiéndose y los institutos profesionales que daban cine -que era lo que yo quería- no estaban muy consolidados. En mi casa no les pareció mucho que estudiara cine –mi papá es abogado-, entonces, pensé que a través del periodismo podía llegar a lo que me gustaba. Me metía mucho en la editora, en fotografía; así que pensé voy a ocupar esta cosa para hacer lo que yo quiero".
Historial
Para ver entrevistas anteriores, linkea Vicio privado, arriba de esta página.

Estudió primero en la Universidad Diego Portales y, luego, cuando se puso a trabajar, se cambió a la Del Desarrollo, porque la carrera era vespertina y le quedaba al lado de la casa. "Iba de 6 de la mañana a las 5 de la tarde a la Biobío; entraba a las 7 de la tarde a la universidad y salía a las 11 de la noche. Fueron como dos años de ese ritmo; fue bien heavy".

-¿Es distinta la forma de enfrentar a los entrevistados ahora que cuando eras "periodista formal"?
"Yo te diría que la diferencia es con o sin el traje negro. Ahí está la diferencia mayor, porque yo siempre traté de ver cosas un poco para el lado que me interesaban; pero ya con el traje negro, te ven y es fuerte pa' ellos. Que te acerques es una connotación distinta, están como con capas de fuerza para lo que vas a preguntar. Muchas veces no puedes ni entrar a los lugares".

Cuenta que una vez se les ocurrió hacer una nota que reflejara eso; pensaban hacerle preguntas "muy buena onda" a todo el mundo. "Vieras las reacciones de los tipos, estaban ya como con una coraza, con rechazo, con susto; les preguntaba de la familia, del tiempo, para ver qué hacían y era igual que si los estuviera atacando. Todo por el traje negro".

-¿Muy distinto que el programa en Argentina?
"Sí, allá conversan con 'Caiga quien caiga', porque saben que, finalmente, el tipo que se queda callado va a parecer peor que el que contesta y sigue la corriente. Aquí son pocos a los que no les importa.
"Sabes qué me preocupa, que aquí la gente está más asustada de que le vayan a poner la florcita o les peguen un combo (en los efectos de postproducción), en vez de alarmarse por la pregunta que les van a hacer. Eso es rarísimo".

Además de periodista es músico, uno de los integrantes del grupo Rock Hudson que está por sacar su segundo álbum. "Nos metimos con Gabriel Vigliensoni y Bitman –que es de Bitman y Robin- que están a cargo de la producción y la ingeniería del disco nuevo", cuenta. Él toca teclados, guitarra y maneja el computador; además, canta.

-Eres bien artista.
"Sí. He hecho hartas cosas. La música me gusta mucho, sobre todo a nivel de instrumentos. Toco guitarra desde chico, desde los 8 o 9 años".

Serio, le echa la culpa de sus talentos artísticos a un bisabuelo materno que era director del Municipal. "De hecho él es un caso bastante complicado en mi familia, porque el tipo era tan metido con la música que se encerraba y como que no fue muy familiar en ese sentido. La música en mi casa se tomaba con cuidado, más que todo; así como no nos vaya a salir músico".

-¿Cómo concilias el periodismo y la música?
"Son las dos cosas a las que me dedico; a la música y a las cosas audiovisuales, así que distribuyo el tiempo entre esas dos cosas".


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