“Cosmo” cuenta que estudió teatro porque “de niño siempre fui muy extrovertido y hacía imitaciones pero cuando salí del colegio (La Girouette), no me atreví a estudiar, no tenía confianza en mí. Además, el teatro que había visto, que era e-se te-a-tro chi-le-no (entonando), no me seducía para nada y entonces estudié fotografía para encontrar un medio de expresión”.
Eso, hasta que un día vio una obra de la escuela La Mancha. “Me encantó y me dije que si un día estudiara teatro lo haría ahí. Justo un año después se metió mi hermano y me dijo que me metiera con él. Él hizo un año y yo terminé los dos”.
-¿Por qué te fuiste a Francia cuando terminaste de estudiar?
“Me fui a los 22 años y muté allá. Partí por cursos de mi escuela y porque siempre estuve conectado allá; estudié en un colegio francés y mis dos hermanos se fueron para allá. Iba por seis meses y me quedé seis años, pegado, me pasaron muchas cosas allá”.
-¿Cómo llegaste a hacer cine allá?
“Porque yo trabajaba en una tienda y fueron a verla como locación para una película. Pregunté si necesitaban a un vendedor para el film y me dijeron que sí, entonces me sacaron unas fotos y se las mandaron al director. Quedé en ese rol que igual era chico, pero por esa foto quedé casteado en una agencia y me llamaron para hacer otra película. Yo sabía que me iba a llegar y así llegó”.
Esa película fue “La Faute à Fidel” de Julie Gavras (hija de Costa-Gavras). “Interpreté un joven diplomático socialista de los ‘70. Justamente habla mucho de Chile. Es como una especie de "Machuca" a la francesa”. Los protagonistas son Julie Depardieu y Stefano Acorsi (“L'ultimo bacio”).
Luego participó con pequeños papeles en series de TV con importantes actores franceses como Gérard Depardieu. “Así me fui metiendo en la cultura actoral de Francia con actores que son míticos, hasta que me llamaron para hacer el protagónico de una obra (“Les Nègres”). Fue impresionante porque allá la gente va mucho al teatro, se abonan y el teatro siempre estaba lleno, era éxito seguro”.
-En ese sentido, la cosa es muy distinta acá.
“Sí, acá no hay cultura cinematográfica o de teatro pero sí televisiva, entonces para hacer cine hay que ser conocido y hacer tele, que más encima es mala, es otro mecanismo. Pero siento que, lo que veo después de seis años, hay una cantidad de nuevas propuestas en cine y en series de TV y eso es súper motivante, que hayan caras nuevas, sin menospreciar a las caras viejas, claro”.
-Que acá no tienen mucha cabida, tampoco.
“Porque acá tratan mal a las actrices viejas y en Francia son divas, son las reinas, acá no las dejan actuar, no las pescan entonces me da rabia el farandulismo picante de Chile, que mata a la gente por lo que vende y no, no hay respeto cultural. Acá todo se mezcla, el medio cultural con el espectáculo y todo se banaliza y se desvalora el trabajo creativo artístico real por algo marketero”.
Y agrega: “De todas formas creo en lo que está pasando acá, hay gente joven y tengo ganas de participar en todo lo bueno y nuevo. Nunca odié Chile ni lo miré en menos y ahora está más abierto, todos mis amigos se están viniendo, aunque igual sigue siendo una provincia. A veces siento que Chile es como un planeta. Que todo lo que pasa fuera es Chile y no pasa nada en el mundo. Eso me da miedo, los medios banalizan todo el cotidiano sin importancia entonces es un planeta superficial en el que nada existe en el mundo. No hay noción de cultura ni conciencia abierta, todo gira en torno a los famosillos, la portada de LUN y al SQP. Cómo lavan el cerebro, es heavy”.
-¿Y ahora que eres conocido, cómo te tratan?
“Bien, en la calle me saludan sobre todo los niños, me dicen: ‘¡Hola, Rayo’! y que les gusta mi auto. Eso no me violenta para nada, no he tenido ninguna mala experiencia en ningún sentido, todavía”.
-¿Y que te apunten como el nuevo galán alternativo?
“No sé… ¡si no soy ni musculoso! Soy más gracioso que galán, pero acá vine a hacer lo que tenga que hacer. Me motiva hacer de todo”.
-¿Cómo te proyectas?
“Me gustaría actuar en cine y en el mundo. Sigo vinculado a Francia, me interesa seguir actuando allá y también en Argentina, que tengo contactos. Hice una serie allá en un canal que desapareció que se llamaba “Ciudad abierta”. Mi rol era el de un agente secreto antiperonista. Estuve dos meses allá y fue una muy buena experiencia”.
