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Tres de cada diez mujeres latinoamericanas no tienen ingresos propios

La dependencia económica de las féminas es peor en caso de rupturas conyugales o de viudedad.

29 de Noviembre de 2011 | 11:02 | EFE
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SANTIAGO.- Tres de cada diez mujeres de América Latina no reciben ningún tipo de ingreso, lo que significa que dependen de otros para subsistir, mientras que solo uno de cada diez hombres se encuentra en esa misma situación, reveló la Cepal.


Así lo señaló Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), cuya sede en Santiago de Chile acoge la 46 reunión de la Conferencia Regional de la Mujer, un órgano subsidiario del organismo.


Esta reunión da seguimiento al denominado “Consenso de Brasilia,” que fue adoptado en julio de 2010 en la capital brasileña y considera ocho grandes dimensiones para la acción, entre ellas conquistar para las mujeres una mayor autonomía económica.


La dependencia económica de las féminas “es peor en caso de rupturas conyugales o de viudedad,” recalcó Bárcena ante ministras y autoridades de organismos vinculados a la igualdad de 19 países de América Latina y el Caribe.


En el caso de las zonas urbanas de América Latina, el porcentaje de mujeres sin ingresos propios, es decir, sin ningún tipo de salario, subsidio o pensión, se sitúa en el 31,6 %, mientras que la proporción de hombres llega solo al 10,6 %.


En cambio, en las zonas rurales asciende al 43,9 %, comparado con el 13,6 % de los hombres, según datos de 2008 recogidos en el informe anual de 2011 del Observatorio de Igualdad y Género de la región que se entregó durante este encuentro.


En la vertiente positiva, la tasa de participación laboral de las mujeres ha aumentado desde 1990, lo que además está relacionado con una disminución del porcentaje de mujeres sin ingresos propios, que en las estadísticas se clasifican como inactivas.


En el caso de las mujeres urbanas, esa tasa de participación alcanzaba en 2008 el 52 %, diez puntos más que en 1990. Al descenso del porcentaje de mujeres sin ingresos propios también contribuyen las políticas previsionales adoptadas en países como Chile, Argentina y Uruguay, donde se han otorgado pensiones a mujeres cuya cotización fue escasa o nula, explicó a Efe Sonia Montaño, directora de la División de Asuntos de Género de la Cepal.


En cambio, en los países centroamericanos o andinos la situación se mantiene estancada, asegura. Estas mujeres sin ingresos propios se dedican a quehaceres domésticos no remunerados cuyo valor, sin embargo, equivaldría a entre un 25 y un 30 por ciento del producto interno bruto de cada país de América Latina.


Esta cifra se obtiene al extrapolar al conjunto de la región un estudio realizado en México, el único país que en rigor ha realizado este cálculo y donde esa labor equivale al 23 % de su PIB, explicó Rocío García Gaytán, presidenta del Instituto Nacional de la Mujeres de ese país.


Las mujeres dedicadas al trabajo doméstico deben asumir en muchos casos, además, el cuidado de niños, ancianos, enfermos o discapacitados, una labor por la que no solo no reciben ingresos, sino que además les impide salir al mercado laboral.


Al respecto, la secretaria ejecutiva de la Cepal consideró que "la autonomía económica es quizá una de las claves centrales para transitar a la adopción de políticas públicas de cuidado.”


"Es decir, en donde las mujeres dejen de subsidiar la economía del cuidado de nuestros países y pasemos a adoptar políticas públicas de Estado y sistemas nacionales de cuidado, como lo están haciendo Uruguay, Costa Rica o Ecuador,” apuntó.


Para Bárcena, la nueva arquitectura estatal que el organismo regional de Naciones Unidas propone solo será posible si existe una nueva ecuación entre el Estado, el mercado y la sociedad que permita ampliar los recursos disponibles para alcanzar los objetivos del desarrollo.


"Esto requerirá sin duda de reformas fiscales” para ver cuál es el costo y quién lo paga, advirtió Bárcena, que estimó que “ya es hora de comprometer a la sociedad entera.”


 


 


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