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"Efecto Eva" o cuando la mujer determina qué come el hombre

La alimentación de hombres y mujeres puede cambiar si comen juntos o separados. Conozca como mejorar la dieta aprovechando su dominio.

27 de Septiembre de 2013 | 15:16 | Emol
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Archivo El Mercurio
¿Quién decide qué se come en la casa? ¿Cómo organizan el menú de la semana? Tal vez la persona encargada del ítem de alimentación sea una mujer.

Según el estudio “Género, Interacción Social y Consumo de Alimento”, publicado en revista mexicana de Trastornos Alimentarios, comprobó que es la mujer la que influye a los hombres en el cómo, cuándo, dónde y qué se come.

La influencia, que puede ser en forma transitoria o permanente, fue llamada “Efecto Eva”, en alusión al personaje bíblico que incita a Adán a comer.

“Podemos señalar que existe una mayor disposición del género masculino a seguir sugerencias para consumir alimentos emitidas por el género femenino, que del género femenino a seguir sugerencias del género masculino”, explicó Antonio López-Espinoza, uno de los autores del estudio.

Para llegar a esta conclusión, la investigación analizó la interacción entre hombres y mujeres al momento de comer y además, encontró que existe evidencia respecto a que el género es una variable que determina nuestras respuestas frente a la selección y consumo de alimentos.

Para demostrarlo, los científicos reunieron un total de 24 personas de ambos sexos de entre 23 y 29 años, todos desconocidos entre sí. Posteriormente formaron tres grupos. El primero integrado por 8 mujeres, el segundo por 8 hombres y el tercero por 4 mujeres y 4 hombres.

Por separado, los tres grupos fueron expuestos a diferentes platillos y bebidas, de los que podían consumir todo lo que desearan por un lapso de 30 minutos.

Concluido el estudio, descubrieron que el tercer grupo, compuesto por hombres y mujeres, comió menos que cada uno de los dos grupos conformados por personas del mismo sexo. Más aún, se dieron cuenta de que las mujeres ejercen una considerable influencia sobre los hábitos alimenticios de los hombres.

En el el tercer grupo, ellas los invitaron a comer un total de 15 veces, en tanto que los otros grupos esas invitaciones no se dieron. De ahí el nombre “Efecto Eva”.

“Eva” en las familias

De acuerdo a este estudio, hombres y mujeres comen menos o más según lo hagan en compañía de personas de su mismo sexo o del género opuesto.

Y, ¿qué pasa en las familias? Rinat Ratner, directora de la carrera de Nutrición y Dietética de la UDD, piensa que la conducta alimentaria va más allá del género.

“Si tenemos amigos obesos, nuestro riesgo de incrementar de peso aumenta, hecho evidenciado en los estudios del dcotor David Shoham, quien encontró en adolescentes una enorme influencia de los amigos sobre los alimentos que suelen elegir o consumir”, afirma.

Para ella, la influencia se da también por cercanía afectiva y que es perjudicial cuando es mayor, en cuanto a que incrementa el peso pues no se come sano.

Ahora, podría pensarse que los espacios íntimos de la cocina, la alimentación y el autocuidado siguen estando a cargo de la mujer. Pero, el estudio mexicano para la nutricionista no permite sacar esta conclusión.

“Pero sí creo que la influencia de la alimentación en el hogar está determinada en gran medida por los hábitos de la madre, ella es quien generalmente toma las decisiones de compra y preparación de alimentos”, dice.

Aunque también para Ratner la conducta alimentaria es un proceso complejo que involucra, además, el impacto de las redes sociales, la disponibilidad alimentaria, el costo de los alimentos…

“Tenemos también una predisposición genética por algunos sabores, y nos influye de la misma forma la cultura, la publicidad, entre otros”, asegura. Por lo tanto, no solo habría un “Efecto Eva” sino que también sería posible un “Adán” y otros, que involucren a todos los miembros de la familia. Así, la hora de comer será un espacio de consensos y no una batalla por quien tiene el poder.

Consejos para mejorar la alimentación

De todas maneras, para aprovechar el “Efecto Eva” a la hora de organizar la pauta de comidas, la nutricionista Rinat Ratner entrega las siguientes recomendaciones:

1. Genere instancias diarias en las cuales toda la familia coma reunida: Evite los almuerzos con bandeja en los dormitorios. Disfrute del placer de compartir el momento.
2. No estigmatice ningún alimento: Si la madre no come brócoli, sus hijos tampoco lo harán. Lo ideal es permitir que cada miembros de la familia consuma una alimentación variada, que incluya todos los grupos de alimentos, sin dar connotaciones negativas a ninguno de ellos.
3. El cambio parte en la compra: Tómese el tiempo para realizar las mejores elecciones. Recuerde que sus hijos comerán lo que está disponible en casa, si hay frutas, comerán frutas, si hay golosinas, ésta será su elección.
4. Las preparaciones son fundamentales: Evite freír, adicionar grasa o manteca. Prefiera las preparaciones simples, al horno, guisadas, en salsas naturales e idealmente, recupere la alimentación tradicional.
5. Si no dispone de tiempo, elija preparaciones simples pero saludables: Por ejemplo, si usted reemplaza la comida por once, cambié la marraqueta o hallulla por pan integral. Elija agregados saludables como quesillo, palta, huevo, jamón, atún y adicione alguna verdura como tomate, cebolla, repollo, lechuga u otra.
6. Motive a su familia a realizar actividad física – recreativa en conjunto: Aprovechen los parques, plazas u otros espacios públicos para recrearse, ponerse en contacto con la naturaleza y moverse.
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