En diciembre de 2013, después de cumplir los 25 años, la británica Aimee Willett acudió a realizarse su primer Papanicolau (PAP), tal como lo recomienda el servicio de salud de su país. Sin embargo, el resultado no fue el que esperaba: habían células cancerosas en su cuello uterino.
En junio acudió a un nuevo control y allí los médicos le dieron una noticia devastadora: habían encontrado un tumor inoperable. Finalmente, y luego de que los tumores se propagaran por todo su cuerpo, la joven madre fue diagnosticada con cáncer terminal.
De ahí en adelante, su vida cambió por completo. Se vio obligada a dejar su trabajo como mesera, para poder someterse a una cirugía, y tratamiento de radio y quimioterapia, a pesar de que los médicos le han advertido que es difícil que sobreviva hasta 2016.
Por esta razón, está preparándose para celebrar junto a sus hijos Charlie (8) y Kaleb (3) la que ella cree será su última Navidad, y además ha preparado una lista de las cosas que quiere hacer antes de morir, entre ellas casarse con su novio.
"Llevaremos a los niños a Lapland (un parque que recrea el hogar del Viejo Pascuero) como sorpresa y planeamos pasar el día de Navidad en casa, los cuatro solos, con los niños jugando con sus juguetes (…) Otras cosas en mi lista incluyen ver el show de luces de la Torre Eiffel e ir a Disneyland París con los niños", relató al "Daily Mail".
Sin embargo, su mayor anhelo es ayudar a que a otras mujeres no les pase lo mismo que a ella y es por esta razón que inició una campaña para que la edad recomendada para realizarse el primer PAP, sea rebajada.
"Me gustaría ver que la edad disminuya (…) Creo que 25 es demasiado tarde, en especial para una mujer que tuvo un hijo a tan corta edad", afirmó.
Hasta 2003, las mujeres británicas debían acudir a realizarse su primer PAP a los 20 años, pero luego la edad recomendada se cambió a 25 años, debido a que los especialistas consideraron que hacer el estudio antes de esa edad podía ser perjudicial para las mujeres.
Lo que básicamente se consideró para tomar esa decisión, es que el cáncer de cuello del útero en menores de 25 años es muy raro. Además, antes de esa edad, los cérvix de las mujeres experimentan cambios que eventualmente pueden ser confundidos con anormalidades que, si son tratadas como si fuera cáncer, pueden complicar futuros embarazos.
Primeras lesiones aparecen cinco años después del contagioCarlos Gómez, ginecólogo del
Centro Médico de la Mujer (Ensalud), explica que el cáncer de cuello del útero está asociado a la presencia del Virus Papiloma Humano (VPH), aunque la enfermedad no aparece en todas las mujeres que tienen contacto con él. "El 90% de las mujeres son capaces de eliminar en forma espontánea el virus y no desarrollar la enfermedad. Solamente un 10% de las mujeres no tienen defensas propias contra el VPH y en ellas se desarrollan los procesos que pueden terminar en un cáncer", señala.
Estos procesos o etapas se denominan neoplasias intraepiteliales, también conocidas como NIE, y van de leve (I) a moderada (II) y severa (III). Luego aparece el carcinoma in situ, que es una lesión precursora del cáncer, y luego el cáncer invasor propiamente tal.
"La velocidad con que evoluciona la lesión depende de dos cosas: la agresividad del virus y la calidad de las defensas de la persona. Un virus muy agresivo puede desarrollarse rápido prácticamente en todas las mujeres; uno poco agresivo puede desarrollarse rápido en personas con pocas defensas y más lento en las que tienen más", agrega Gómez.
El ginecólogo señala que una vez que la mujer tiene contacto con el VPH a través de relaciones sexuales, lo habitual es que no aparezca una lesión antes de 5 años y lo regular es que surja alrededor de 10 años después.
De esta manera -añade el médico-, si la recomendación es hacer el primer examen a los 25 años, se está suponiendo que el inicio de la actividad sexual es más frecuente entre los 18 y los 20 años, por lo que las lesiones por VPH no aparecerán antes de los 25 años. Y, además, si la frecuencia de aparición de la enfermedad es muy baja previo a esa edad, "probablemente no se justifica hacer campañas para realizar PAP", que es lo que se tomó en cuenta en Gran Bretaña.
Pero, ¿qué ocurre en Chile? "El momento indicado para empezar a hacer los Papanicolau va a depender de cuándo se inicia la actividad sexual: si es en forma temprana, lo ideal es que no sea más allá de 3 años después de ello", afirma el especialista. Esto si es que la persona tiene la capacidad de costear el examen, ya que el programa de Garantías Explícitas de Salud (GES) lo ofrece gratis de manera preventiva a las mujeres desde los 25 años. Es decir, igual que el servicio de salud británico.
Respecto a la periodicidad con que las mujeres deben realizarse el examen, Gómez sostiene que actualmente la recomendación es que sea cada dos años, aunque ello depende fundamentalmente de las conductas sexuales que tenga tanto la mujer como su pareja. En este sentido, si ninguno ha tenido otra pareja sexual, la sugerencia de hacerlo cada dos años es válida. De lo contrario, lo ideal es realizarse el PAP más seguido o bien hacerse el Test VPH que estudia la presencia del virus en el organismo.
"En general, el Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos no recomienda hacer ese examen antes de los 30 años, porque lo más probable es que dé positivo al virus, pero eso no quiere decir que la persona vaya a hacer una lesión más tarde. Pero si el VPH está presente después de los 30 años, aún cuando tenga un Papanicolau normal, lo más probable es que sea una infección que tenga más allá de 5 años, por lo que corre el riesgo de desarrollar una lesión cancerosa", advierte el ginecólogo.
Por su parte, Aimee llama a las mujeres a estar atentas a cualquier cambio que experimenten y las anima a realizarse el examen. "Siempre pensé que nunca me pasaría a mí porque era joven, pero el cáncer no se preocupa de la edad que tengas", concluyó.
