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Se criaron en una época de prosperidad económica sin precedentes: La optimista "generación burbuja" de China

Se trata de alrededor de 190 millones de hombres y mujeres que entraron al mercado laboral al tiempo que Xi Jinping asumía como Mandatario, y no le temen a un eventual tropiezo económico que pueda deparar el futuro.

19 de Octubre de 2017 | 13:57 | Emol
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Hombres y mujeres chinos, graduados de sus carreras en 2012/2013 pertenecen a una generación particular de chinos, sin miedo a eventuales pormenores económicos.

Reuters
SANTIAGO.- "Creo que lo mejor de nuestra generación es que nuestras vidas están más orientadas (…) Ahora cada cual sabe cómo quiere vivir realmente su vida, en vez de vivir igual que todos los demás", dice Wu Qiong (27), una joven perteneciente a una particular “generación burbuja” de profesionales chinos.

También conocidos como la “promoción 2012”, se trata de alrededor de 190 millones de hombres y mujeres, nacidos en la década de los 90, y que se convirtieron en adultos al tiempo que ascendía al poder Xi Jinping, "el Presidente más fuerte de China en varias décadas", según indica la agencia Reuters y tal como lo deja entrever el propio PCC (Partido Comunista Chino), el que “ha creado el pensamiento Xi Jinping del socialismo a la China de la nueva era”, anunció este jueves la agencia de prensa oficial China nueva.

Nacieron después de la represión de las protestas pro democráticas de la Plaza Tiananmen, en su mayoría no tienen hermanos debido a la ley del hijo único que rigió en su país por 35 años, son optimistas y aunque la tradición familiar sigue pesándoles, parecen más librepensadores que sus padres: mientras a algunos les preocupa conseguir pareja y seguir el camino clásico de vida, otros rechazan regirse esos estándares.

A diferencia de sus padres y abuelos, han vivido una niñez relativamente cómoda según el caso, un tiempo de bonanza económica sin precedentes, y sobre todo, de paz interna. Hijos de albañiles, empleados públicos, gastrónomos o médicos, han tenido la opción de acceder a la educación superior, “en un país donde son relativamente pocos” los que lo logran, según indica Reuters.

De esta manera pudieron ser profesionales e ingresar al mercado laboral hace cinco años, al tiempo que Xi asumía su cargo y hoy, mientras el Mandatario chino se prepara para encargarse de un nuevo periodo al mando hasta 2022, sirven como ejemplo para conocer la influencia que ha tenido Xi en las nuevas generaciones del gigante asiático.

Fe en el futuro, pero sin preparación para los tropiezos

En miras a la “China de la nueva era” prometida por Xi, con un socialismo presente en cuanto a fortalecer el control del Estado, pero con una ambiciosa proyección de apertura al extranjero, los desafíos socioeconómicos que enfrenta el país más poblado del mundo no son menores. Con todo, la nueva generación de profesionales no parece temer al futuro o a una eventual disminución del crecimiento económico.

"Los jóvenes chinos parecen compartir con los jóvenes norteamericanos de las décadas de 1950 y 1960 una brecha generacional insalvable y un optimismo desbordante", comentó Michael Pettis, profesor de finanzas de la Escuela de Negocios Guanghua, de la Universidad de Beijing.

E igualmente coincide Qin Lijuan (28), un asesor de finanzas personales de Chengdu: "Me parece que el mundo está cada vez mejor (…) "Aunque debamos enfrentar una crisis económica, el que haga planes para su futuro igual tendrá una vida sin preocupaciones".

Sin embargo, Pettis dice que estos hombres y mujeres chinos no están preparados para los tropiezos que pueda deparar el futuro, pese a los consejos y sobre todo, la experiencia de sus propios padres.

"En mi vida no le temo al futuro, no le temo al cambio", aseguró Wu, la joven cuyas palabras encabezan esta nota.

Esta hija de un director de jardín infantil y de una vendedora de seguros parece ser un buen botón de muestra de la “generación burbuja” china.

Tras salir del colegio estudió inglés, pero decidió ampliar sus conocimientos con un máster en contabilidad, lo que le permite hoy trabajar en un banco.

La prosperidad económica le ha mostrado cómo las propiedades suben y suben de precio, un arma de doble filo para personas que como ella quieren independizarse. Por esto, convenció a su madre de que invirtiera sus ahorros de vida en un departamento en una urbanización, al lado de una futura línea de metro que está en construcción. Se trata de una apuesta para futuro, según la visión de Wu, quien como ha dicho, no teme a posibles crisis o inestabilidad laboral.

"Si algún día hay una gran crisis económica y el sector financiero cae en recesión, creo que podría volver y ser profesora de inglés", aseguró.
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