La pandemia del coronavirus ha dejado muchas secuelas y no solo en el ámbito de la salud o de la economía. Otra de ellas es la
separación que han sufrido parejas por las restricciones de viaje durante los meses por los que se ha extendido la crisis sanitaria,
en especial las que son binacionales y entre ellas se encuentra el enorme océano Atlántico.
Michelle Ruiz es una de las personas que han resultado afectadas por esto.
Su pareja vive en Alemania y están distanciados desde hace casi seis meses. Ella es una de los
aproximadamente 70 chilenos que forman parte del movimiento #LoveIsNotTourism creado a fines de junio pasado y que cuenta con casi tres mil miembros de decenas de países en un grupo privado en Facebook, donde comparten sus historias y angustias.
"No hay un valor económico en unirnos, por lo que se pasa por alto"
Eva Hoornaert
Eva Hoornaert, una de las líderes del movimiento, asegura que
las actuales restricciones de viaje impuestas por los países europeos, no tienen mucho sentido y generan frustración entre quienes han esperado tanto tiempo para estar juntos otra vez.
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Muchos países están tomando medidas mucho más peligrosas que la reunificación de las familias y eso demuestra que sería posible hacerlo, pero
no hay un valor económico en unirnos, por lo que se pasa por alto", explica a EFE Hoornaert, una ciudadana belga que vive una relación a distancia desde hace dos años con un israelí.
Francisca Cornejo es otra chilena que se ha visto afectada con la situación. "Estamos súper decepcionados porque
es fácil ir de Francia a España para viajar, pero nosotros, que realmente necesitamos ver a la otra persona y tener el apoyo, no podemos", dice la profesora de inglés cuya pareja está en Barcelona (España).
Diferentes formas de familia
Por ahora, los países del viejo continente
solo permiten la entrada de parejas casadas con una unión registrada con un ciudadano o ciudadana europea. Asimismo,
únicamente está autorizado el ingreso de viajeros procedentes de 14 países, entre los cuales
Uruguay es el único latinoamericano.
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Hoy en día no es necesario tener un papel firmado para decir que somos una pareja estable", asegura Cornejo. "
Llevamos 10 años juntos y no nos hemos casado aún, pero no quiero que sea por algo específico como poder entrar en un país", agrega.
En este sentido, el movimiento #LoveIsNoTourism busca
dar más visibilidad a las diferentes formas de familia. "Es importante mostrar que no está bien no reconocer a esta gente como familia. Estamos en el siglo XXI y
el matrimonio ya no es la base de la sociedad; hay mucho más al otro lado de la frontera, hay diferentes formas y maneras", argumenta Hoornaert.
A los pocos días de su lanzamiento la campaña logró el apoyo del europarlamentario Mortiz Körner, que envió una
carta con las peticiones del grupo a la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson.
"Nosotros creemos que vamos a llegar a reunirnos con nuestras parejas gracias a este movimiento antes de que en Chile la tasa de contagios baje"
Michelle Ruiz
En su cuenta de Twitter, Johansson afirmó que apoya el movimiento e
instó "a las autoridades de los Estados miembros y, de hecho, a las compañías de viajes
a que apliquen una definición lo más amplia posible de las relaciones" personales.
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Estamos a la espera de lo que cada país vaya diciendo (...) De todas maneras nosotros creemos que
vamos a llegar a reunirnos con nuestras parejas gracias a este movimiento antes de que en Chile la tasa de contagios baje", dice Michelle Ruiz a
Emol.
La chilena sostiene que
si bien es un avance que se le haya pedido a cada país una definición de familia,
lo ideal y justo sería que el criterio sea más o menos homogéneo en todas las naciones. "Por ejemplo, sería muy conveniente para mí, pero muy egoísta, que Alemania dijera que solo tengo que firmar un papel que diga que tengo una relación de más de tres meses con mi pareja y puedo ingresar, pero que en Italia se pidan dos años de cohabitación", explica.
"Podrían variar requisitos como el test para detectar el covid-19 y los días de cuarentena, pero que los otros sean más o menos los mismos", agrega.
Consultada respecto a si han recibido el apoyo de alguna autoridad chilena, Michelle señala que solo les han dado la facilidad de hablar con consulados y embajadas. "Pero ahí te responden lo mismo básicamente: que con una visa de turista no está permitido. No hay ninguna persona a la cual nosotros podamos llegar", concluye.