La pandemia del coronavirus ha golpeado con fuerza a Chile y el mundo y el contexto laboral de las mujeres ha sido uno de los más afectados. De hecho, según cifras de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe),
la crisis sanitaria ha generado un retroceso de más de una década en los niveles de participación laboral de las mujeres en la región.
Es por eso que las expertas
Silke Staab, especialista de Investigación de Género en ONU Mujeres, y María Elisa León, gerenta de Gestión del Conocimiento en Mutual de Seguridad, hicieron énfasis en aplicar estrategias laborales desde una mirada integral de género con el objetivo de disminuir las brechas que, si bien ya existían antes de la emergencia, ahora se han incrementado.
“Lo que hacen las crisis en general, las pandemia o crisis económicas, y en este caso tenemos las dos,
es exacerbar las desigualdades preexistentes y eso lo hemos visto en el área de la igualdad de género”, comenzó explicando Staab en conversación con EmolTV.
En ese sentido agregó que “muy tempranamente durante la pandemia supimos que, en cuanto al impacto directo en la salud, muchas veces los hombres fueron más afectados con cuadros más severos clínicos, con mayores tasas de hospitalización y muerte, pero en la medida que hemos dado seguimiento del impacto en otras áreas,
vemos que las mujeres se ven particularmente afectadas por el impacto socioeconómico de la crisis a nivel de los hogares como en el mercado laboral”.
La experta indicó que “ya sea por el incremento de la violencia doméstica, por el aumento drástico del trabajo doméstico no remunerado, por la segregación del mercado laboral preexistente o por la pérdida de empleos y salida del mercado laboral”, las mujeres son las que más se han visto afectadas.
María Elisa León concordó con la representante de la ONU y puso
énfasis en el teletrabajo, formato que ya cumple casi un año en Chile de manera masiva a raíz de la pandemia. “Las trabajadoras que están haciendo teletrabajo el principal problema que sufren son las patologías de salud mental. Por una sobrecarga se superponen dos funciones, por un lado, el trabajo remunerado, y por el otro las funciones domesticas como el cuidado de niños o adultos mayores que en general en
nuestro país como en gran parte del mundo está radicado en mujeres”, manifestó.
En esa misma línea complementó que vivir con esa sobrecarga ha generado cuadros de mucho estrés. “Se ha visto también aumento de consumo de algunos psicofármacos (…)
Todos estos efectos derivan en más daño a la salud”, manifestó.
La importancia de una estrategia con mirada de género
A raíz de todos estos efectos e impactos que genera la pandemia en las mujeres, tanto las que realizan labores presenciales como teletrabajo, es que es importante apuntar a
una estrategia integral con mirada de género, indicaron las expertas.
“Una de las grandes oportunidades que esta crisis genera de transformación de largo plazo es reconocer el lugar fundamental que juega en nuestras sociedades y economías ya sea el cuidado que proporcionan los servicios públicos, de salud, educación, por paga, o el
cuidado que se proporciona sin pago en el hogar, enfatizó Silke.
La representante de la ONU reconoció que “hacer ese giro no va a hacer fácil, pero la pandemia ha generado mucha conciencia. Todos y todas las que tenemos responsabilidades de cuidado en casa o en otras partes lo tenemos muy presente”.
María Elisa León, en tanto, afirmó que “si no tenemos un enfoque con mirada de género muchos de los riesgos que trae el teletrabajo, como los psicosociales, quedan subvalorados. (…) Si no tenemos esa mirada puede que no los identifiquemos y por lo tanto no tomemos medidas de prevención”.
Para León, es importante hacerse cargo del problema, “sensibilizar, capacitar y entender estos riesgos”. “
Hay que declarar que se quiere trabajar en esto y hacer participar a las trabajadoras en la solución del problema”, continuó.
“Para eso existen varias herramientas y nosotros como Mutual de Seguridad disponemos una guía de teletrabajo y género donde damos herramientas específicas que permiten hacer diagnósticos, hacer una sesión participativa de propuesta y generar medidas de prevención”, subrayó.
“Hay mucho por hacer y a pesar que llevamos un año, hemos avanzado,
pero nos queda mucho por recorrer todavía”, sentenció.
