El príncipe Felipe, de 99 años y marido de la reina Isabel II,
dejó el martes un hospital de Londres tras una estadía de cuatro semanas para recibir tratamiento por una infección y someterse a un procedimiento cardíaco.
El duque de Edimburgo
fue ingresado en el hospital King Edward VII el 16 de febrero después de sentirse mal, para recibir tratamiento por una infección no especificada, pero no relacionada con el covid-19.
Fue trasladado brevemente a principios de mes a un centro cardíaco especializado en otro hospital de Londres,
donde se sometió a un procedimiento por una afección cardiaca preexistente.
Los fotógrafos que esperaban en la puerta del centro privado tomaron imágenes de su salida poco después de las 10:30 GMT del martes. Fue llevado en silla de ruedas hasta un vehículo que lo esperaba y regresó al Castillo de Windsor donde estaba hasta antes de su hospitalización.
"Su Alteza Real dese agradecer a todo el personal médico que lo cuidó tanto en el hospital King Edward y en el hospital St. Bartholomew's, y a todos los que le enviaron sus buenos deseos", señaló el Palacio de Buckingham en un comunicado.
Una fuente de la realeza indicó que el príncipe estaba de buen ánimo.
Desde su ingreso, el duque fue visitado de manera pública solo por su hijo y heredero, el príncipe Carlos. La reina, de 94 años, permaneció en el castillo de Windsor, al oeste de Londres, donde la pareja se ha estado quedando durante la pandemia de coronavirus, y ha continuado cumpliendo con sus deberes oficiales por video.
Sin embargo, durante la estadía del príncipe Felipe en el hospital, la familia real se vio envuelta en su mayor crisis en más de dos décadas a raíz de la entrevista que hizo Oprah Winfrey a su nieto el príncipe Harry y su esposa Meghan.
