El príncipe Harry habló con su padre y su hermano, después de que él y su esposa Meghan hicieron acusaciones de racismo en la familia real británica durante una explosiva entrevista televisiva, reveló una amiga de la pareja.
La pareja, que renunció a sus obligaciones con la Corona británica el año pasado y ahora vive en California, hizo impactantes revelaciones a la estrella de la TV estadounidense Oprah Winfrey al explicar su salida de la vida activa en la realeza.
El príncipe Harry, de 36 años, dijo sentirse "realmente decepcionado" por su padre, el príncipe Carlos, quien había dejado de atender sus llamadas telefónicas por un tiempo, y señaló que le habían "cortado" el apoyo financiero. También señaló un distanciamiento con su hermano mayor, el príncipe William.
Dijo que tanto Carlos, el heredero de la reina Isabel II, como William, estaban "atrapados" por las convenciones de la monarquía. "No pueden irse. Y tengo una gran compasión por eso", afirmó Harry.
Meghan, cuyo padre es blanco y su madre negra,
reveló además que antes de que naciera su hijo Archie el 6 de mayo de 2019, Harry le contó que
había habido conversaciones de un miembro no identificado de la familia real
sobre "cuán oscura" sería la piel de su hijo.
Los duques de Sussex precisaron luego que esta persona no era ni la reina, de 94 años, ni su esposo Felipe, de 99, pero
sus declaraciones sacudieron la monarquía británica.
Meghan, una ex actriz de 39 años, le dijo también a Oprah Winfrey que estaba "ingenuamente" no preparada para la vida como miembro de la realeza y que
había tenido pensamientos suicidas mientras estaba embarazada de Archie.
Gayle King, una presentadora de televisión estadounidense amiga de Oprah Winfrey y de la pareja,
reveló que Harry había tenido contacto con la familia real.
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Los llamé de hecho para ver cómo se sentían, y es cierto que Harry habló con su hermano y también con su padre", le dijo King a la cadena CBS.
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Lo que me dijeron fue que esas conversaciones no fueron productivas, pero se alegran de al menos haber iniciado una conversación", añadió.
King dijo que
la pareja estaba "frustrada" porque el presunto racismo en la familia real había dominado la agenda de noticias desde que se transmitió la entrevista el 7 de marzo.
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Todo lo que querían desde el principio era que la realeza interviniera y le dijera a la prensa que parara con las historias injustas, inexactas y falsas que definitivamente tienen un sesgo racial", dijo King.
Agregó que
Harry y Meghan querían "sanación" en la familia, pero que
Meghan tenía "documentos para respaldar todo" lo que había dicho en la entrevista con Oprah Winfrey.
Las acusaciones de racismo, que la familia real dijo que serían investigadas,
han sumido a la monarquía en su mayor crisis desde la muerte de la madre de William y Harry, la princesa Diana, en 1997.
