El informe que motivó a la agencia Reuters para hacer comparaciones con la ingesta humana de plásticos fue publicado en junio de 2019, y elaborado por la consultora Dalberg junto a especialistas de la Universidad Newcastle de Australia. En él se analizaron 52 estudios relacionados a la materia, centrándose únicamente en los datos disponibles, y en el uso de premisas conservadoras cuando no había información.
La literatura corroboró la presencia de plásticos en el agua subterránea, superficial, de grifo y embotellada de todo el mundo, pero con grandes variaciones a nivel regional. Por ejemplo: el agua de llave en Estados Unidos tiene el doble de fibras de plásticos que las muestras de Europa e Indonesia. Asimismo, se enfatizó en otros alimentos y bebidas corrientes que contienen estos microplásticos, tales como los crustáceos, la cerveza, y la sal.
Mientras que la ingestión estimada de microplásticos debido al consumo de agua potable alcanzaba los 1.769 milímetros por semana, los crustáceos arrojaban 182 mm, la cerveza 10 mm y la sal 11 mm en el mismo periodo de tiempo.
Otras de las cifras que hizo ver el estudio es que una tercera parte de los desechos plásticos se vierten en la naturaleza, que el 75% del material producido hoy se convierte en residuo, que se han registrado más de 270 especies diferentes que han muerto enredados en estos desperdicios y que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente estimó en unos US$8 mil millones anuales el impacto económico de la contaminación por plásticos en los océanos, entre otros.
Eso es aproximadamente el mismo peso que una tapa de botella de plástico y suficiente plástico triturado para llenar una cuchara de sopa de porcelana.
Eso es aproximadamente el mismo peso que cinco dados de casino y suficiente plástico triturado para llenar hasta la mitad un tazón de arroz.
Son suficientes copos de plástico amarillos triturados para llenar un tazón de cereal, como se muestra a continuación.
Eso es el valor de un plato lleno de plástico triturado, como se muestra a continuación.
Reuters no tenía suficiente plástico triturado para pesar y poder visualizar esta comparación. Sin embargo, una boya salvavidas estándar pesa 2,5 kilogramos, así que encontramos una de esas.
El ser humano promedio vive durante 79 años. Usando la estimación actual de microplásticos en nuestras dietas y asumiendo que la situación no mejora ni empeora, eso equivale a 20 kilogramos de consumo de plástico. Eso es más plástico que los dos contenedores de reciclaje móviles que se muestran a continuación, que solo pesan 10 kg cada uno.
"Hemos estado usando plástico durante décadas, pero todavía no entendemos realmente el impacto de las partículas de plástico de tamaño micro y nano en nuestra salud", dijo el ingeniero Thava Palanisami de la Universidad de Newcastle de Australia, quien trabajó en el estudio de WWF.
“Todo lo que sabemos es que lo estamos ingiriendo y que tiene el potencial de causar toxicidad. Eso es definitivamente un motivo de preocupación", finalizó.