A pesar de que estaba previsto que el 16 de junio fuera el último día en que el buque Ángeles Alvariño participara en la
búsqueda de los restos de la pequeña Anna Gimeno y de su padre, Tomás, finalmente
la embarcación continuó con las labores en la costa de Tenerife, lo que permitió el
hallazgo de dos botellas de oxígeno del hombre que dio muerte a sus hijas con el objetivo de "provocar un inhumano dolor en su ex pareja", Beatriz Zimmermann, la madre de las niñas.
Según informó El Mundo,
la Guardia Civil pudo determinar que las botellas de pequeña autonomía pertenecían a Gimeno, ya que encontró la factura de la compra de ambas en su casa.
Se trata de envases del tamaño de una botella de agua de medio litro que, según el medio español, sirven para situaciones de emergencias acuáticas en las que se requieren una pequeña cantidad de aire extra, ya que proporcionan oxígeno adicional por unos tres minutos.
De acuerdo a 20minutos.es,
Gimeno pudo haber utilizado las botellas de oxígeno para entrar en estado de narcosis, perdiendo primero la memoria y luego el conocimiento, y
evitando así una muerte violenta por ahogamiento.
Otro elemento que se presume ocupó es un cinturón de 8 kilos de plomo con el que se lastró a las profundidades, que está siendo buscado, pero aún no ha sido hallado.
Sin embargo, no existe total seguridad de que el hombre se haya quitado la vida, por lo que
la teoría de que haya fingido su deceso aún sigue en pie, de ahí la urgencia en encontrar sus restos.
La búsqueda de los restos de Anna y su padre se mantiene en la zona en que se geolocalizó la última señal del teléfono celular del hombre en la madrugada del 28 de abril pasado.
Anna y Olivia, de 1 y 6 años respectivamente, desaparecieron el 27 de abril tras salir con su padre, quien les dio muerte, metió sus cadáveres en bolsas y los lanzó en una zona profunda e inhóspita frente a la costa de Tenerife, que es utilizado como cementerio de barcos.
Sin embargo,
el ancla con la que lastró las bolsas, quedó enganchada en una de las embarcaciones hundidas, lo que posibilitó que el sonar del buque Ángeles Alvariño las
localizara el pasado 10 de junio. Una de ellas contenía el cuerpo de Olivia y la otra, donde presuntamente estaban los restos de Anna, estaba vacía.
Según informaron medios españoles esta semana,
la madre de las niñas está preparando un funeral en memoria de sus hijas, al que espera asistan todas las personas que lo deseen.
"Tiene que ser la despedida de todos porque es algo que ha sufrido la sociedad española", explicó Joaquín Amills, portavoz de la familia y presidente de la organización SOS Desaparecidos. "Queremos que sea una despedida para todo el mundo (...)
El que quiere ir que vaya, las niñas se merecen esta despedida", agregó.
Aunque la fecha exacta del funeral aún se desconoce, s
e prevé será la próxima semana.
