La princesa Charlène de Mónaco se sometió este viernes a una nueva operación en Sudáfrica, donde se encuentra desde mayo pasado cuando viajó en una misión para afianzar su compromiso con el mundo animal y luchar contra la caza furtiva del rinoceronte.
Sin embargo,
la esposa del príncipe Alberto sufrió una infección otorrinolaringológica, que se habría originado en un levantamiento de senos paranasales e injerto óseo que se realizó antes de volar. Desde entonces
ha tenido que realizarse diversas intervenciones quirúrgicas, sin poder regresar a Mónaco.
Según informó más temprano el Palacio de Mónaco,
estaba previsto que la operación de hoy se extendiera por cuatro horas y que durante ella
la princesa estuviera bajo anestesia general.
"La intervención ha ido bien, y la princesa descansa y pensamos en ella con todo el cariño", dijo Alberto II, en un escueto comunicado difundido en la noche (local) del viernes.
El Palacio monegasco apuntó que el príncipe y sus dos hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, irán a verla durante su periodo de recuperación.
La extensa ausencia de Charlène ha levantado especulaciones sobre un posible divorcio o separación de la pareja, que incluso no pudo celebrar sus 10 años de matrimonio a comienzos de julio.
A comienzos de agosto, la princesa conversó con la emisora Radio 702 y señaló que estará en su país natal hasta finales de octubre. "Se necesita tiempo para abordar el problema que estoy teniendo. No puedo forzar la curación", explicó en esa oportunidad.