Una extraña situación vivió una profesora estadounidense cuando se encontraba en un vuelo rumbo a Islandia.
Marisa Fotieo viajaba hasta Reikiavik, capital del septentrional país europeo, cuando comenzó a sentir una molestia en su garganta y dolor de cabeza. Acudió hasta un baño del avión de la línea "Icelandair" para realizarse un test rápido de covid-19, resultando positivo.
"Estaba histérica, llorando. Entre en shock. Estaba nerviosa por mi familia, con la que acaba de cenar", comentó Fotieo a CNN, agregando que también se sentía angustiada por las personas que se encontraban en el vuelo.
Al salir del baño para dar aviso, una asistente de vuelo, llamada Ragnhildur Eiríksdóttir, la tranquilizó: "Ella tuvo covi-19 y estaba bien".
Enterada de la situación, la auxiliar trató de encontrar un espacio para que se aislara, sin mayor suerte en esa misión.
Ante la necesidad de cumplir una cuarentena y no poner en peligro al resto de los pasajeros, le sugiero uno de los baños del avión: "Me preguntó si podía quedarme en el baño y opté por aceptar", relató la profesora
Marisa Fotieo en pleno vuelo. Crédito: Tiktok Marisaefotieo.
"Estoy segura que si hubiera dicho que no, que por favor si podía volver a mi asiento, habría dicho que sí. Pero estaba muy nerviosa, había mucha gente en el vuelo. Mi padre tiene 70 años y estaba en el vuelo, así que quería quedarme donde estaba", agregó.
Marisa Fotieo se quedó cerca de tres horas encerrada en el baño hasta que el avión llegó a la capital de Islandia.En Reikiavik realizó una cuarentena de 10 días en un hotel, mientras que sus familiares dieron positivo a distintas pruebas de covid-19.
En su encierro, la asistente de vuelo que ayudó a la profesora le entregó un paquete con cerca de 10 regalos para que pasara la Navidad con algo de alegría. Dicho gesto lo compartió en sus redes sociales, convirtiéndose en viral su historia.
