Las sanciones que han impuesto las potencias occidentales a Vladímir Putin y su entorno han sacado a la luz la hasta ahora discreta privada del Presidente ruso, que había sido mantenida bajo estricta reserva hasta estallar la invasión a Ucrania.
Estados Unidos y la Unión Europea (UE) anunciaron hace unos días sanciones directas contra las dos hijas adultas del Mandatario, fruto de su primer matrimonio con Liudmila Pútina. María Vorotsova (36 años) y Katerina Tikhonova (35 años) ni siquiera usaban el apellido de su padre, quien intentó toda su vida mantenerlas en un relativo anonimato.
Además, aumenta la presión sobre Alina Kabaeva, una ex gimnasta olímpica rusa a quien algunos medios sindican como la amante de Putin, algo que nunca ha sido confirmado por el Kremlin. Incluso se señala que ésta sería la madre de al menos cuatro hijos no reconocidos del Mandatario. En las últimas semanas han circulado rumores de que estaría refugiada en Suiza e incluso se levantó una campaña para que sea expulsada de ese país.
Medios estatales rusos siempre lo mostraban solo y ocupado
Putin siempre ha sido muy discreto con su vida privada. Los medios de comunicación estatales lo muestran a menudo viajando o trabajando solo, proyectando la imagen de que está demasiado ocupado en servir al país como para disfrutar del ocio.
Respecto de sus hijas, Putin nunca habló directamente de ellas. "Mis hijos están bien. Están en Moscú (...) En su vida privada y en su vida profesional todo va bien. Estoy orgulloso de ellos", declaró en 2012, en uno de los escasos comentarios públicos que ha hecho sobre su esfera personal.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se negó a comentar las nuevas sanciones impuestas por países occidentales contra María y Katerina.
En el ámbito sentimental, las largas ausencias públicas de su esposa Liudmila y su aire apesadumbrado en sus apariciones suscitaron en el pasado muchas conjeturas sobre la vida privada del líder del Kremlin.
Presión para que se impongan sanciones a supuesta amante
En 2008, un tabloide, Moskovsky Korrespondent, afirmó que Putin deseaba casarse con Alina Kabaeva. Furioso, el Presidente ruso habría invitado a los periodistas a mantener su curiosidad "morbosa" lejos de su vida privada.
Pero la relación de Putin y Kabaeva sigue en la mente de los rusos y el disidente Alexéi Navalni publicó una investigación sobre ella poco antes de ser detenido, en 2021, donde afirmaba que Kabaeva gozaba de una red de propiedades de lujo en Rusia y una importante retribución como empleada del consejo de administración deNational Media Group (NMG), donde fue nombrada por el oligarca Yuri Kovalshuk, cercano a Putin y también objeto de las actuales sanciones.
"No hay duda de que Alina Maratovna Kabaeva bailaba mejor que nadie con un balón y un lazo, pero sin Putin no tiene ninguna competencia para gestionar sociedades audiovisuales y periódicos", afirmó Navalni.
Informaciones de redes sociales la sitúan actualmente en Suiza, donde una petición con unas 75 mil firmas exige que se le apliquen sanciones. El gobierno federal suizo, citado por la televisión RTS, afirmó que investigó el asunto, pero que no halló "ninguna evidencia de que esta persona se encuentre en Suiza".
Georgy Alburov, investigador del fondo anticorrupción de Navalni, considera inconcebible que Kabaeva evite las sanciones. "Forma parte del círculo más próximo de Putin, es un miembro de su familia que se aprovechó de esta situación" y su papel en un medio oficial hace de ella una "importante propagandista rusa", afirmó.
Los opositores rusos también afirman que la relación de Putin con Kabaeva no es exclusiva. En noviembre de 2020, el medio de investigación Proekt anunció que una mujer llamada Svetlana Krivonogikh había conseguido acciones del banco Rossia gracias a Yuri Kovalshuk.
En 2003, Krivonogikh dio a luz a una niña con el patronímico (nombre propio que en Rusia designa la ascendencia paterna) Vladímir. El Kremlin afirmó que el artículo de Proekt carece de "elementos serios".
