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La unión europea pasa por una pelota

Este sábado, a las 14.35 horas con el partido Bélgica-Suecia, se da inicio a la Eurocopa 2000, después de un Mundial, la competencia futbolística más importante de todo el planeta.

09 de Junio de 2000 | 18:53 | Ansa
BRUSELAS.- Los fanáticos le llaman el "Medio Mundial", no sólo por las selecciones que participan sino por la infraestructura, el dinero, la prensa y la atención del público que, a partir de las 14.30 horas, hora de Chile de este sábado, comenzará a enfocar sus ojos en la Eurocopa 2000.

Los entendidos no le llaman el "Medio Mundial" sólo porque a este selecto grupo de equipos le falta Brasil y Argentina. Sólo por eso, porque en todo el resto la Eurocopa es la definitivamente la primera gran fiesta del fútbol en el siglo.

Las selecciones de Holanda, España y Francia, por su actual nivel técnico, sus individualidades y su mentalidad ofensiva, aparecen como las principales favoritas para adjudicarse el torneo.

Pero no puede excluirse la posibilidad de que Italia y Alemania, equipos con una propuesta opuesta, de rígidos esquemas defensivos y escasas variantes de ataque, puedan transformarse en protagonistas de relevancia, por su rico historial y sus jugadores de innegable experiencia internacional.

A este grupo de potenciales candidatos, por su condición de local, podría agregarse Bélgica, mientras la circunstancia de jugar lejos de su país puede condicionar mucho -como la tradición indica- las chances de Inglaterra, quitándole relevancia a su juego ofensivo y al peso de sus cracks.

Los entendidos coinciden en señalar que Holanda es la selección que llega a la Eurocopa en mejores condiciones, confirmadas en su último amistoso, en el que venció 3-1 a Polonia, tras mostrar una excelente organización de juego y evidenciar que sus principales figuras (Clarence Seedorf, Dennis Bergkamp, Edgar Davids, Marc Overmars y el imprevisible Patrick Kluivert) se han preparado muy bien.

Este momento mágico del fútbol holandés está reflejado en las apuestas de los bookmakers británicos, que dan a Holanda con una cuota muy baja (3,25), o sea que quien juega 100 a su favor ganaría 325, mientras la de Italia es 6, la de Dinamarca 20 y la de Eslovenia, en quien nadie cree, nada menos que 130.

Organizada con seriedad por su técnico Frank Rijkaard, quien impuso a sus dirigidos la rígida disciplina que en el pasado faltó a las selecciones que visten la camiseta anaranjada, Holanda llega a la Eurocopa después de haber ganado 13 de los 15 amistosos que disputó y de haber siempre impresionado por su buen juego, su organización y su aptitud ofensiva.

Hay gran expectativa por lo que puede hacer España, que accede a la competición con el aval del buen nivel mostrado por su fútbol en las copas europeas de clubes (Real Madrid, Valencia, Barcelona) y por la indudable jerarquía de sus jugadores claves, entre quienes se destacan Ismael Urzaiz, el veterano Josep Guardiola, el catalán Raúl Enrique y, sobre todo, el atacante Raúl, serio aspirante a consagrarse como la figura del torneo.

Francia aparece como el tercer equipo en condiciones de disputar la victoria final y su itinerario hasta la Eurocopa incluye -después del Mundial que en 1998 lo consagró campeón- once amistosos sin perder, con ocho victorias, en los que mostró una defensa firme y bien plantada y un centrocampo del que Zinedine Zidane es líder indiscutido. Paradójicamente, los problemas de Francia están en el ataque, pero no por la carencia de delanteros idóneos sino, al contrario, por su abundancia, que ha llevado al técnico Roger Lemerre a no definir todavía con cuántas puntas jugará y a quienes elegirá para esos roles entre Christophe Dugarry, David Trezeguet, Robert Pires, Nicolas Anelka, Thierry Henry y Youri Djorkaeff.

Italia padece, justamente, el problema inverso, o sea la escasa disponibilidad de atacantes de peso para resolver el alarmante déficit ofensivo puesto al desnudo en los amistosos previos y agravado por la lesión que marginará a su goleador y titular indiscutido, Christian Vieri.

El técnico Dino Zoff, muy criticado en su país, se verá obligado a seguir haciendo experimentos con la competición ya en marcha, pero tiene a su disposición a sólo tres atacantes netos (Alessandro Del Piero, Filippo Inzaghi y Vincenzo Montella) para confiarles la única fórmula de ataque que la actual selección italiana conoce: el contragolpe veloz.

Con idénticas dificultades llega Alemania, pero originadas en la involución técnica que está experimentando su fútbol y en la falta de un completo recambio generacional capaz de renovar a la "vieja guardia" que le dio tantas satisfacciones, algunos de cuyos representantes están todavía a disposición del técnico Erich Ribbeck.

Tales los casos del arquero Oliver Kahn (31), del volante Christian Ziege y del delantero Mehmet Scholl (ambos de 30) y de Thomas Haessler, quien ya tiene 34 años, a quienes se sumará -aunque Ribbeck recurriría a él sólo en casos de emergencia- el longevo ex capitán Lothar Matthaus, con sus 39 años a cuestas.

Como eventual sorpresa se cita a Turquía, cuyo fútbol ha crecido notablemente en los últimos tiempos, como lo demuestra el ejemplo del Galatasaray en las recientes copas europeas, mientras Suecia y Noruega, que son dos selecciones sin una gran tradición y carentes de importantes individualidades pero dotadas de gran disciplina táctica, podrían catapultarse inesperadamente al rol de protagonistas.

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