LONDRES.- La estadounidense Venus Williams conquistó el primer Grand Slam de su carrera al vencer en un partido, en el que el servicio apenas sirvió de nada, a su compatriota Lindsay Davenport por 6-3 y 7-6 (7-3).
Venus, finalista del US Open en 1997, se hizo con su primer grande, el primero este año y el 29 de su carrera, en una hora y 23 minutos de juego soporífero, pero que sirvió para que después de 42 años de espera, con Althea Gibson entonces, una jugadora negra conquistase el torneo individual en el All England Tennis Club.
Sólo los carteles que el padre de Venus exhibió antes y durante la contienda, animaron la final. El popular Richard envió mensajes a todo el mundo desde el palco de invitados. "Señora Williams, si sigue lloviendo tienes tiempo para venir", lució el primero durante la espera de 30 minutos por la lluvia.
"Los seguidores británicos son los mejores del mundo", siguió al comenzar el partido. "Necesito una Coca Cola con hielo", se leyó en el tercero; "Nadie estaba invitado para la fiesta de Venus", el cuarto, y para finalizar "Os amamos Duques de Kent".
Fueron las notas de color de un encuentro que, en sus comienzos, rompió una de las sagradas tradiciones de Wimbledon. Por primera vez en la historia un niño hizo el lanzamiento de la moneda para decidir quién sacaba.
Raji Tital, de 12 años, un huérfano de Calcuta, que fue recogido en una estación de ferrocarril con fiebre reumática, lanzó una rupia del año 1830 para decidir quién pondría la pelota en movimiento.
Luego, el encuentro no se respondió a la expectación levantada. Davenport, que ganó el torneo el pasado año al derrotar en una gran final a Steffi Graf, no estuvo esta vez a la altura, y la octava final totalmente americana de la historia de Wimbledon no respondió a la calidad que se le exigía.
Fue una contínua lucha por mantener el servicio, casi siempre con resultados negativos, porque en total se produjeron 11 rupturas, seis a favor de Venus, con 12 faltas, siete cometidas por la jugadora de color.
Venus ganó el primer set en 32 minutos, al confirmar su tercera oportunidad y después de haber tomado ventaja al robar el saque de Davenport en el cuarto juego (3-1). Pero el segundo fue un contínuo despropósito de ambas para mantener su servicio.
La defensora del título, campeona de los JJ.OO. de Atlanta, tomó ventaja en el segundo (2-0) y llegó incluso a sacar con 3-1 arriba, pero hoy no era su día. Venus, con potentes golpes de fondo, ganó tres juegos consecutivos para adelantarse 4-3, y de nuevo se produjeron otra vez los robos de servicio, con otras tres rupturas.
El desempate debía hacer justicia y ahí Venus estuvo más segura, más coherente con su juego desde la línea de servicio al mandar primero 4-1 y luego 5-2. Davenport salvó el primer "match point" con un ajustado saque a la cruceta pero luego falló una volea en el segundo.
Venus celebró su victoria dando saltos en la central como una gacela, llena de alegría. Luego, tras recibir el plato de campeona señaló que había despertado de una pesadilla.
"Es un sentimiento extraño porque he tenido este sueño muchas veces pero cuando me despertaba por la mañana comprobaba que no era realidad y suponía una pesadilla", dijo. Luego añadió que el trofeo era incluso "mejor que el masculino".
La batalla de Venus continuará mañana con su hermana Serena en busca del título de dobles contra la francesa Julie Halard y la japonesa Ai Sugiyama. Las americanas se beneficiaron de una invitación especial del torneo para acceder al cuadro porque no tenían clasificación.
"Doy gracias a Wimbledon por ello", comentó Venus que de momento ya ha ganado un premio por 696.858 dólares (unos 118 millones de pesetas).
