LA PAZ.- Tras el temido "tercer día en la altura", la selección chilena parece haberse sacudido definitivamente los fantasmas de la puna y este viernes entrenó en el césped del Estadio Simón Bolívar, en una práctica que consistió en trote, ejercicios de soltura y elongamientos, piques breves y centros al área.
A los ensayos se incorporó normalmente el volante de Colo Colo Marco Villaseca, quien en los primeros días sintió el efecto de la altura. "Me he recuperado, ahora trabajé normalmente", señaló el mediocampista.
El único ausente en los entrenamientos matinales fue el arquero Marcelo Ramírez, quien se quedó en su habitación, del Hotel Radisson, como medida precautoria debido a que ayer sufrió una indigestión estomacal.
"Ramírez presenta un cuadro infeccioso por intolerancia a algún tipo de alimento, sin embargo, ya está en mejores condiciones y no se descarta para el partido del miércoles", explicó el médico de la Selección, Carlos Montes.
La ausencia del portero fue disimulada con la invitación del portero de las divisiones inferiores del Bolívar, club que hace de anfitrión de la delegación chilena. Gustavo Gois de Lira, de 18 años, entrenó junto a Nelson Tapia, cortó centros y recibió disparos del técnico Nelson Acosta.
