BOGOTA.- La victoria de ayer por 1-0 sobre Chile en Santiago no sólo sirvió para que la selección colombiana se consolidara en el segundo puesto de las eliminatorias mundialistas, sino para la total reconciliación de los aficionados con el técnico Luis Augusto ''Chiqui'' García.
Y es que ni los más optimistas esperaban un marcador así, en especial tras la goleada propinada por los chilenos a la encopetada selección brasileña, en la séptima fecha de la ronda clasificatoria al Mundial de Japón/Corea del Sur de 2002.
Hoy, algunos de los más encarnizados críticos de García empiezan a aceptar que los resultados se están dando, aunque señalan que el estratega hizo cambios desde el partido frente a Uruguay precisamente por la lluvia de pedidos para modificar un sistema que ya estaba rayando en lo ultradefensivo.
''Chiqui'' justificó los malos sabores del comienzo en la falta de acoplamiento de las líneas, mientras muchos le recordaban que los pocos entrenamientos y las dificultades para que los clubes cedan a tiempo a los jugadores son características de todas las selecciones.
Pero el técnico se está saliendo con la suya. Hasta ahora, el equipo ''cafetero'' mantiene un invicto como visitante, a pesar de que en las ocho fechas transcurridas ha tenido serios escollos, como los partidos en La Paz, Lima y Santiago.
Para felicidad de hinchas y periodistas, el equipo muestra sin duda una progresiva alza en su nivel, que llegó a su punto más bajo cuando Argentina lo apabulló por 3-1 en Bogotá.
La tranquilidad que ahora sienten los colombianos, sin que por ello piensen que ya tienen asegurada la clasificación, también radica en un gran porcentaje en el excelente momento que vive Oscar Córdoba, que empieza a ser llamado por muchos en su país como ''el mejor portero del mundo''.
Córdoba salvó al equipo cuando el medio campo no funcionaba y los delanteros eran unos espectadores más, pero también fue elogiado en los partidos ante Uruguay y Chile, en los que la defensa no tuvo que llevar toda la carga.
Otro de los elogiados es el atacante Jairo Castillo, a quien la prensa atribuye buena parte de 7 de los 15 puntos que suma Colombia en la eliminatoria y que mantienen al equipo amarillo como escolta de los argentinos.
Castillo, que por ironías de la vida está sin equipo, marcó el gol del empate frente Bolivia en La Paz (1-1) y cantó a rabiar los goles en los triunfos sobre Uruguay y Chile, ambos por 1-0.
La ficha del ''Tigre'' Castillo fue cedida por el América de Cali al empresario argentino Gustavo Mascardi, que fracasó en las negociaciones para llevarlo al balompié ''gaucho'', por lo que el artillero de Tumaco, un empobrecido puerto sobre el Océano Pacífico, mira hacia Europa.
''Si algún día García dijo que tocaba tener paciencia para ver un equipo mejor, tuvo razón. Muchos no le creímos. Otros, poco. Pero ayer Colombia jugó más que bien. Y, en ese sentido, hay que reconocer que el trabajo y la peculiar estrategia del técnico hoy se están viendo'', afirma Mauricio Bayona, editor deportivo del periódico bogotano ''El Tiempo''.
Aunque ahora el optimismo aflora, ya se empieza a ver con preocupación la ausencia de Castillo en el próximo partido del ocho de octubre ante Paraguay, en Bogotá, pues en Santiago vio la segunda tarjeta amarilla.
Otro que tendrá que cuidarse es el portero Córdoba, que ayer fue amonestado por primera vez en las eliminatorias. Aunque el suplente es Miguel Calero, un ''felino'' que se está ganando la admiración de su nuevo equipo, el mexicano Pachuca, muchos sostienen que en estos momentos el titular es ''simplemente irrempazable''.
