MADRID.- Los dirigentes del G-14, la agrupación de poderosos clubes europeos, rechazaron las exigencias de la Unión Europea y pidieron contratos de cinco años de duración con sus jugadores.
La UE, que exige la libre circulación de los jugadores entre sus países miembros y pide que el fútbol ponga fin al actual sistema de transferencias, escuchó la posición de los clubes más poderosos de Europa, más dura aún que la de la propia FIFA.
Los grandes clubes europeos se oponen a un cambio radical, como exige la UE, y rechazan ante todo que los jugadores puedan rescindir unilateralmente los contratos, sin indemnización para la entidad en la que jugaba.