ROMA.- La decisión de la justicia italiana, que el jueves liberalizó la utilización en la Liga de Fútbol de jugadores extranjeros provenientes de países ajenos a la Comunidad Europea, provocará una verdadera revolución cuyos primeros efectos se conocerán en los próximos días.
Enorme repercusión tuvo la sentencia del Tribunal Civil de Reggio Emilia, con jurisdicción sobre toda Italia, dándole razón al futbolista nigeriano Prince Ekong.
Ekong había apelado a la justicia por considerar "discriminatoria" la norma de la Federcalcio que limita a cinco el cupo de extranjeros que cada club puede fichar y a tres el número de los que puede utilizar por partido.
El club Milan adelantó que esperará a lo sumo dos semanas para que las autoridades del fútbol italiano se adapten a la sentencia, después de las cuales alineará en cada partido a los cinco jugadores extranjeros que tiene bajo contrato y saldrá, a partir del 3 de enero próximo cuando se reabra el mercado de pases, a comprar el pase de otros "extracomunitarios"'.
Milan cuenta con los brasileños Roque Junior, Leonardo y Serginho, el croato Zvonimir Boban y el ucraniano Andrei Shevchenko, a quienes debería sumarse el arquero Dida (cuyo pasaporte portugués está bajo cuestionamiento), pero nunca pudo presentarlos a todos juntos, debido a la norma limitatoria vigente.
Ya han dicho que imitarán al Milán otros clubes, como la Roma (sus "extracomunitarios" son los argentinos Gabriel Batistuta y Walter Samuel, el japonés Hitoshi Nakata, el brasileño Assuncao y el bielorruso Sergei Gurenko), Inter (tiene fichados al colombiano Iván Córdoba, los brasileños Ronaldo y Vampeta, el eslovaco Alex Gresko y el croato Dario Simic) y Lazio.
Este último equipo, por culpa de la reglamentación vigente, nunca pudo presentar juntos a los cuatro futbolistas "extracomunitarios" que integran su plantel, pese a considerarlos a todos en situación de ser titulares: los argentinos Hernán Crespo y Juan Sebastián Veron, el chileno Marcelo Salas y el yugoslavo Dejan Stankovic.
Esto llevó a varios clubes a buscarle "a cualquier precio" antepasados comunitarios a sus jugadores en esas condiciones, con el resultado de una serie de irregularidades en el otorgamiento de los pasaportes cuyo caso más resonante, por las consecuencias judiciales que podría tener, fue el del argentino Verón.
Pese a la inapelabilidad de la sentencia judicial emanada, la Asociación Italiana de Futbolista ya ha expresado su intención de oponerse, pidiendo a los clubes un debate por los "efectos perniciosos que la misma tendrá para el fútbol italiano".
