SAO PAULO.- Amargado por las denuncias y acusaciones que enfrenta en los últimos meses y por su destitución del comando de la selección brasileña, el técnico Wanderley Luxemburgo admitió este martes la posibilidad de abandonar definitivamente el fútbol.
En entrevista a la red radial "Jovem Pan", de Sao Paulo, Luxemburgo dijo que primero buscará comprobar su inocencia de las acusaciones de evasión impositiva y otras irregularidades que le lanzó su ex secretaria, Renata Alves, y recién después definirá su futuro profesional.
El entrenador, despedido del comando de la selección brasileña tras el fracaso del plantel olímpico en los Juegos Olímpicos de Sydney, aseguró que recibió propuestas de trabajo de varios clubes, pero no las aceptó porque no sabe si desea seguir la carrera de técnico.
"He recibido invitaciones de algunos clubes para volver, pero estoy considerando seriamente si debo o no seguir trabajando", expresó.
Luxemburgo criticó duramente a la prensa, por reproducir "como si fuera una gran verdad" las denuncias lanzadas en su contra por Renata Alves. "Me llamaron traficante, homicida y homosexual. Desde hace tres meses esta mujer está en escena, pero no consiguió probar nada. Fueron divulgando las noticias como si fuera una gran verdad. Por eso me callé. Nadie quería escuchar a Luxemburgo", lamentó.
