BUENOS AIRES.- Las enormes ilusiones de un compacto grupo de argentinos se pondrán en marcha en los Juegos Olímpicos de Invierno de Salt Lake City que comienzan el viernes, y pese a que reconocen que no llegan con la tecnología de los países del hemisferio norte, mantienen intactas sus expectativas de hacer un papel digno.
Esta vez el número de deportistas argentinos que tendrán la posibilidad de participar en los Juegos Olímpicos de Invierno se vio aumentada de manera sideral, porque de las solitarias dos presencias de Nagano '98, ahora serán once los competidores que estarán en Salt Lake City.
Argentina tendrá participantes en las especialidades de esquí, luge, skeleton, esquí de estilo libre y biatlón, disciplinas que en general son dominadas por deportistas de países como Suecia, Austria, Suiza, Estados Unidos y Canadá.
La presencia argentina será una de las mayores de latinoamérica, y será también un equipo conformado en su mayoría jóvenes, en general oriundos de la Patagonia.
Los participantes serán los hermanos Simari -Cristian, de 21 años, María Belén, de 19, y Macarena, de 17- Agustín García Jurjo (21 años) y Nicolás Arsel (19 años), todos esquiadores alpinos, como así también el norteamericano nacionalizado argentino Clyde Getty, el más veterano con 40 años, en estilo libre.
A su vez en luge estarán Rubén González, de 29 años, y Marcelo González, de 36; en skeleton participará Germán Glessner, de 25, y en biatlón lo harán Natalia Lovece, de 23 años y Ricardo Oscare, de 26.
La mayoría de los competidores argentinos son oriundos de ciudades de la patagonia argentina, el lugar más prolífico en cuanto a deportistas de invierno se refiere por la presencia de la Cordillera de los Andes.
"La expectativa es de una razonable presencia dentro de un perfil de alta complejidad", aseguró el jefe del equipo argentino, José Luis Marcó.
El jefe del equipo argentino resaltó el "sacrificio" que realizan los deportistas, todos ameteurs, y comentó los inconvenientes que tienen en muchos casos para tomar parte del calendario normal de competición, e incluso de estar en Salt Lake City.
Marcó reconoció que no esperaba tantos atletas clasificados para los Juegos Olímpicos de Invierno. "Dios esta vez fue argentino", aclaró.
"Pedir medallas es soñar y creo que los argentinos estamos cansados de mentiras y por eso no podemos agregar una más. Una medalla será algo no esperado. La lógica sería que tengamos un diploma, por lo menos, lo cuál significa estar entre el cuarto y octavo puesto", enfatizó.
En ese contexto, explicó que Cristian Simari -en combinada- puede estar clasificando entre el quinto y noveno puesto, y en él están puestas las esperanzas argentinas de lograr una ubicación digna.
Para Marcó la ubicación geográfica de Argentina y de Sudamérica es un punto en contra para la práctica de deportes de invierno, que generalmente está circunscripta a los calendarios propios del hemisferio norte.
"Nuestra ubicación geográfica no nos favorece, porque cuando el mundo del esquí está compitiendo, nosotros estamos con el traje de baño en la playa, y si nosotros decidiéramos hacer una evento de gran magnitud en los meses de junio y agosto, el hemisferio norte, que maneja el mundo del esquí, está de vacaciones", argumentó.
