EMOLTV

Fútbol español también sufre por los "dobles contratos"

Tal como está sucediendo en Chile, la justicia española investiga las supuestas irregularidades cometidas por los clubes al evadir el pago de impuestos en los contratos "privados" que se firman con los jugadores.

23 de Julio de 2002 | 10:29 | EFE
MADRID.- El ex jugador del Atlético de Madrid Paulo Futre declaró hoy en el juicio contra ex dirigentes que el club le pagaba a través de un contrato federativo y de otro "privado", no declarado a Hacienda, por el que cobraba alrededor del 60 por ciento del total de su sueldo.

Futre admitió ante el tribunal de la Audiencia Nacional, que juzga entre otros al sempiterno presidente del club, Jesús Gil y Gil, procesados por las supuestas irregularidades cometidas en la transformación del Atlético en sociedad anónima, que durante las temporadas que jugó en el club madrileño (1987-1993) recibió aproximadamente el 60 por ciento de su sueldo en metálico o en cheques y dijo que este "contrato privado" era normal en él, "en todos mis compañeros y en todo el fútbol español".

Además de parte de su sueldo, también cobró de esta forma las primas, un dinero que desconocía si se declaraba o no a Hacienda, ya que, según dijo, "yo sólo me preocupaba de jugar" y la declaración de la renta se la hacía su abogado.

De la misma manera se refirió al cobro de su salario el también ex jugador Manolo, quien declaró que entre los años 1988 y 1995 firmó con el club un contrato federativo, "con cantidades brutas", y otro "privado", "con cantidades netas".

En relación sobre si el dinero que percibió a través del contrato privado se declaraba a Hacienda, Manolo respondió que él sólo quería jugar al fútbol y que de los temas financieros se ocupaba su padre.

A pesar de que las cantidades utilizadas para estos pagos no se declaraban a Hacienda, la tesorería del club aseguró que guarda en su casa todos los recibos que los jugadores firmaron cada vez que él les pagaba, documentos que el abogado de Gil, Horacio Oliva, solicitó que fuesen aportados como prueba de descargo del delito de apropiación indebida, uno de los que se les imputa a los procesados.

El fiscal Carlos Castresana relacionó la existencia de estos "pagos complementarios" al contrato federativo de los jugadores con el descuadre que se produjo en 1996, deuda que, a pesar de la existencia de los recibos firmados por los futbolistas, no pudo justificarse para no tener que declarar ese dinero a Hacienda.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?