BUENOS AIRES.- A pesar de la crisis económica, la violencia y la frustración por el fracaso de la selección en el reciente mundial, la asistencia de público a las canchas de fútbol en Argentina está aumentando en forma muy considerable.
Si se toma en cuenta las primeras ocho fechas del actual campeonato Apertura, la venta de boletos casi se duplicó con respecto a igual período del torneo anterior y es bastante superior al de los tres años anteriores, según cifras difundidas el miércoles por la Asociación de Fútbol Argentino (AFA).
En ocho fechas, y con un partido pendiente, se vendieron 521.771 boletos populares y 107.873 plateas (entradas preferenciales), contra 321.463 y 51.987, respectivamente, del campeonato anterior.
Todo eso sin contar la asistencia a los estadios de los socios de clubes, que no pagan entrada aunque sí un abono mensual.
Entre los que arrastran más público figuran el líder Independiente, que duplicó la cantidad de público con respecto a las últimas temporadas y Rosario Central, que cuadruplicó el interés de sus hinchas debido a que por un lado pelea por el título y por el otro está amenazado por el descenso.
Boca y River, los equipos más populares y que también están entreverados en el lote de los punteros, andan por ahora con sus fanáticos calentando motores, pero igualmente vendieron más boletos que en las últimas temporadas.
"La gente tiene mucha presión y va a la cancha para descomprimir un poco la situación del país", comentó el arquero de River Angel Comizzo.
Argentina atraviesa por la peor crisis económica de su historia, la violencia en los estadios es moneda corriente y el orgullo de los hinchas sufrió un duro golpe con la eliminación en la primera ronda de la selección en el reciente mundial de Corea-Japón.
El vicepresidente de San Lorenzo Rafael Savino dijo al diario Clarín que "la gente vuelve a las canchas porque las entradas tienen un precio bastante accesible (oscilan entre el equivalente a 2,5 y 15 dólares). Además, el fútbol sigue siendo la gran figura porque los equipos se reforzaron mucho".
Según Juan Huerta, futbolista de Nueva Chicago, "lo que está pasando es raro. Por la situación económica debería ser al revés (tendría que ir menos gente a las canchas). Pero entre tanta malaria (problemas) se necesita una alegría y el fútbol la puede dar".
El venezolano Héctor González, quien juega en Olimpo, señaló que en medio de la crisis "la gente igual va a ver fútbol para sacarse la mala onda (mal ambiente) y el estrés. La pasión por el fútbol es lo único que le queda a la gente que se aferra a eso".
