HOUSTON.- La ausencia del pívot Dikembe Mutombo, fichado para marcar a Shaquille O’Neal, no se notó en la revancha que los Nets de New Jersey protagonizaron contra Los Angeles Lakers, los tricampeones de liga, que fueron ridiculizados con una derrota de 98-71.
El escenario fue el Continental Airlines Arena, donde el base Jason Kidd volvió a dar una lección de liderazgo y buen baloncesto para quedarse a sólo tres asistencias de un nuevo triple doble, pero su exhibición permitió a los Nets vengarse de la barrida que su equipo sufrió por 4-0 en las pasadas finales de la NBA.
Con Kidd de estrella, que consiguió 27 puntos, 11 rebotes y 8 asistencias, los Nets dominaron por completo en ataque y defensa a los Lakers, que sufrieron otra humillación más en lo que va de liga con sólo un 30 por ciento de acierto en los tiros de campo.
Junto a Kidd, el alero Kenyon Martin aportó 16 puntos, nueve rebotes y cinco asistencias, mientras que Lucious Harris lograba 19 tantos y Rodney Rogers, como reserva, también contribuía con 16, 12 conseguidos en la primera parte.
El triunfo fue el octavo consecutivo de los Nets en su campo y les sirvió para mejorar su marca a 17-9 y volver al primer lugar de la División del Atlántico, empatados con los Sixers de Filadelfia.
Los Nets sólo han perdido un partido en su campo de los 14 que han disputado, mientras que la derrota fue la cuarta consecutiva que han tenido los Lakers de visitantes (2-12).
El escolta Kobe Bryant consiguió 21 puntos, pero sólo 8 de 29 tiros de campo, y O’Neal, sin la defensa de Mutombo, aportó 19 con cuatro rebotes para los Lakers, que se quedaron con marca de 10-17, la segunda peor de la División del Pacífico.
La vuelta de O’Neal no ha solucionado los problemas de juego de los Lakers que comenzaron la liga sin su estrella para una marca de 3-9.
Los Lakers, donde O’Neal ha criticado a sus compañeros por el bajo rendimiento del equipo y no habla con los periodistas, tienen marca de 1-6 fuera de su campo y 7-8 en los 15 partidos que han disputado.
El porcentaje del 30 por ciento en los tiros de campo fue el más bajo que han tenido hasta ahora los Lakers en lo que va de competición.
El alero Tim Duncan confirmó que ha comenzado a ser el jugador súper estrella de la pasada temporada y con 23 puntos y 14 rebotes guió a los Spurs de San Antonio a la victoria de 83-81 frente a los Kings de Sacramento, que perdieron el invicto en su campo con el retorno de Mike Bibby.
El alero Stephen Jackson aportó 18 puntos y los Spurs lograron el segundo triunfo consecutivo como visitantes en el campo más difícil de ganar de la liga, el Arco Arena de Sacramento, donde los Kings tenían marca de invictos de 13-0.
El pívot David Robinson contribuyó con ocho puntos y 11 rebotes, mientras que Steve Smith logró 11 tantos para los Spurs que mejoraron su marca a 16-10 para consolidarse en el segundo lugar de la División del Medio Oeste.
Los Kings, que tienen marca de 80-14 en su campo en los últimos tres años, jugaron el peor partido de la temporada con la vuelta de su jugador estrella, Bibby, que hacía su debut en la competición después de recuperarse de una operación de muñeca.
Los Kings, el equipo junto con los Mavericks de Dallas de mejor ataque de la liga, se quedaron con sólo un 35 por ciento de acierto en los tiros de campo (34-98), también cometieron varias perdidas de balón e hicieron malas decisiones en los últimos minutos del partido que les costó la derrota.
El alero Chris Webber encabezó el ataque de los Kings con 23 puntos, 12 rebotes y seis asistencias; Bobby Jackson aportó 21 tantos como reserva y Bibby fue el más consistente del equipo de Sacramento al conseguir 17 puntos con 7 de 12 tiros de campo y dio cuatro pases de anotación.
La derrota dejó a los Kings con marca de 21-7, la segunda mejor de la liga, pero ahora ya sólo quedan los Mavericks como el único equipo de la competición que mantiene el invicto en su campo (12-0).
A pesar de la derrota y de haber perdido el invicto, el entrenador de los Kings, Rick Adelman, dijo sentirse muy satisfecho con el rendimiento de Bibby y para nada su presencia perjudicó en el ritmo de ataque del equipo, sino todo lo contrario, evitó que la derrota hubiese sido con mayor diferencia en el marcador final.
