PERTH, Australia.- Serena Williams emitió el viernes una señal de alerta a las participantes del Abierto de tenis de Australia, que comienza en nueve días, al disponer sin tropiezos de la belga Kim Clijsters en el evento por equipos Copa Hopman.
Mientras Clijsters estuvo practicando fuerte en Australia el mes pasado, Williams, la número uno del mundo, llegó a Down Under a principios de la semana y batió a Clijsters por 7-5 y 6-3 antes de unirse a James Blake para llevar a Estados Unidos a la final del sábado.
El compañero de equipo de Clijsters, Xavier Malisse, tenía que frenar el empuje estadounidense y logró imponerse a Blake por 7-6 y 6-2 para forzar el encuentro decisivo de dobles mixtos.
Sin embargo, Williams mantuvo alto el espíritu de Blake y la pareja venció a los belgas 7-6, 3-6 y 10-5 en un emocionante "tie break".
"La estoy pasando muy bien aquí", dijo Williams sonriente después del encuentro de dobles.
Los estadounidenses se enfrentarán ahora a Australia para discutir la Copa Hopman.
Williams quiere ganarlo todo
La victoria de Williams, una revancha por su derrota con Clijsters, la número cuatro del mundo, en el evento final de la temporada de campeonatos WTA en noviembre, envió un fuerte mensaje al resto de las participantes del Abierto de Australia.
Campeona del Abierto de Francia, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos, Williams necesita la corona australiana para completar lo que ella ya está llamando un "slam de Serena".
El viernes demostró que está en forma, aunque, como siempre, espera más de sí misma: "No estoy al nivel o ni siquiera cerca del nivel en el que necesito estar. Pero tampoco uno puede ser tan duro con sí mismo (...), especialmente cuando se juega con alguien tan difícil como Kim", declaró.
