SANTIAGO.- Carlo de Gavardo está de regreso. Aunque su incursión en el Dakar 2003 no terminó como él quería –dentro de los cinco primeros-, igual se le veía feliz cuando enfrentó a la prensa apostada en el aeropuerto Arturo Merino Benítez.
"Ahora que llegué estoy feliz. Este rally fue extremadamente duro. Duro como piloto, como participante, pero sobre todo duro para mí cuando me ponía a analizar la carrera que estaba haciendo. Eso de no poder andar mejor que uno montón de pilotos, que en circunstancias normales los hubiese pasado tomándome una bebida", sostuvo De Gavardo.
El piloto chileno descartó cualquier tipo de presión por parte de KTM para que participara en la prueba, pues dice que sus jefes de la escudería austríaca jamás le pidieron ganar o algo por el estilo. "De hecho, me decían que fuera con más calma, que me tomara la competencia con tranquilidad. Mira, cuando la moto del accidente llegó a la fábrica en Austria, los técnicos no podían creer lo destruida que estaba. Entonces comprendían perfectamente la magnitud del costalazo que me di", añadió.
Respecto a su actuación en el Dakar, sostuvo que "la carrera ya iba por la mitad cuando de pronto comprendí que no podía más. Pero que se entienda bien, porque no pensaba en retirarme ni nada, sólo me di cuenta de que no iba a poder superar lo que ya estaba haciendo. Mi meta, entonces, era terminar y la cumplí".
De Gavardo informó que se reunirá con sus médicos para definir la fecha que le extraerán las piezas de titanio que afirman su cúbito izquierdo y que dependiendo de eso, "atenderé los requerimientos de la prensa y de mis auspiciadores y luego me iré de vacaciones".
"A la vuelta comenzaré las prácticas con miras al Rally de Túnez, que se disputa en abril y luego iré a Austria para firmar el nuevo contrato con KTM, aunque estoy seguro de que será igual al que tengo hasta ahora...", terminó.
