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El deporte mundial perdió a Giovanni Agnelli

Su muerte, a los 81 años de edad, deja al deporte italiano y mundial sin uno de sus grandes protagonistas. Y no es sólo referirse al Juventus Turín, sino que es también hacer hincapié al automovilismo, a la vela, a los deportes invernales y al olimpismo.

24 de Enero de 2003 | 10:33 | EFE
ROMA.- Giovanni Agnelli, el "Avvocato" como era llamado y conocido en Italia y en el mundo, falleció este viernes a los 81 años de edad, dejando atrás una vida en la que fue gran protagonista en el deporte italiano, por extensión en el mundial, llevando a lo más alto a un Juventus Turín que siempre fue su "gran pasión".

Pero hablar del "Avvocato" (el abogado), en lo deportivo, no es sólo referirse al Juventus Turín, sino que es también hacer hincapié al automovilismo, a la vela, a los deportes invernales y al olimpismo, siendo su última "proeza" haber ayudado a que su Turín fuese elegida para ser sede de los Juegos Olímpicos de Invierno Turín 2006.

Y es que Giovanni, que padecía un cáncer de próstata que le hizo viajar en dos ocasiones el año pasado a Estados Unidos para ser sometido a tratamiento, era el principal estandarte del grupo automovilístico "Fábrica Italiana de Automóviles de Turín" (FIAT), la auténtica "joya" de la familia Agnelli.

Un grupo FIAT, fundado por su abuelo en 1899, al que Giovanni entró como vicepresidente en 1943 (ocupó la presidencia entre 1966 y 1996), que en los años 40 se hizo con la propiedad del que entonces era el segundo club futbolístico de la capital piamontesa: el Juventus Turín.

En esa época, el club turinés más famoso, quizás también el más importante de Italia, era el ahora modesto Torino.

Pero la entrada de FIAT en Juventus, unido a la tragedia de Superga de 1949, cuando se estrelló el avión que, desde Lisboa, transportaba a la plantilla del "Gran Torino" en dicha montaña situada en las inmediaciones del aeropuerto turinés (murieron todos los integrantes), empezó a marcar la "grandeza" de la "Vecchia Signora" "bianconera".

El "Avvocato", el 22 de julio de 1947, se convirtió en presidente efectivo del Juventus e inicio una nueva era de modernización que le dio una grandeza sin igual. Tanto que el equipo empezó pronto a convertirse en uno de los "santos y seña" del fútbol mundial. Dejó la presidencia el 18 de septiembre de 1954, convirtiéndose, junto a su hermano Umberto, en presidente honorario.

Bien es verdad que ya antes de la llegada de la familia Agnelli el Juventus (fundado en 1897) ya había conquistado siete ligas italianas y una Copa de Italia.

Pero nada en comparación con las 19 ligas, 8 Copas de Italia, 3 Supercopas de Italia, 2 Copas de Europa, 1 Recopa Europea, 3 Copas de la UEFA/Ferias (primer club europeo en ganar las tres competiciones y, con ello, ’Placa UEFA’), 2 Supercopas Europeas, 2 Copas Intercontinentales y 1 Mundialito de Clubes, conquistados bajo la era Agnelli.

Títulos, grandeza, que consiguió a base de tirar del talonario de familia y fichar jugadores como John y Karl Aage Hansen, Charles, Sivori, Boniperti, Boniek, Bettega, Causio, Rossi, Brady, Rush, Zoff, Anastasi, Lusi del Sol, Scirea, Cabrini, Gentile, Laudrup, Tardelli, Roberto Baggio, Inzaghi, Zidane, Del Piero y, sobre todo, Platini.

Un francés, Michele Platini, al que junto a la "Saeta Rubia" Alfredo Di Stefano (Real Madrid), siempre Gianni Agnelli tuvo en lo más alto del pedestal futbolístico mundial.

Fiat y la Casa de Maranello

Pero el "Avvocato" también contribuyó de forma decisiva en hacer grande a la Ferrari. Le gustaba el automovilismo, y mucho. Pero, eso sí, "sólo un peldaño por debajo del Juventus".

Tanto que en una ocasión al serle preguntado si renunciaría a un "scudetto" de Juventus por un mundial de Ferrari, respondió: "No renunciaría a ningún "scudetto" del Juventus, pero una cosa no excluye la otra".

Gianni conoció a Enzo Ferrari en los años 50, pero fue en 1969 cuando, entre la FIAT y la "Casa de Maranello", se convirtió el "acuerdo de colaboración técnica" que hasta entonces existía entre las partes en una "colaboración paritaria".

El dúo formado por el "Avvocato" y el "Drake" (Enzo Ferrari) llevó a que la escudería de las "rosse" se hiciera pronto con el mundial de pilotos de Fórmula Uno con John Surtees (1964), Niki Lauda (1975 y 77) y Jody Scheckter (1979).

Luego, casi coincidiendo con los problemas físicos del "Drake" (fallecido el 14 de agosto de 1988) y el alejamiento directo del "Avvocato", la escudería, pese a que ya la FIAT en 1988 se hizo con su propiedad mayoritaria, entró en un período negativo que le vio una total sequía de triunfos.

Se rompió la sequía en 2000 con la reconstrucción realizada por Luca Cordero di Montezemolo, presidente de Ferrari, y la llegada del piloto alemán Michael Schumacher. A partir de ahí, Ferrari se ha hecho con un dominio de la Fórmula Uno casi insultante.

Pero junto al fútbol y al automovilístico, el mecenazgo deportivo del "Avvocato" se ha extendido a otros campos, siempre marcados por su pasión a dicho deporte. Así, en vela patrocinó el primer gran salto italiano a la Copa América, con la embarcación "Azzurra" en 1983.

Uno de sus orgullos marineros era la embarcación "Stealth", diseñada por el argentino Germán Frers, construida en los astilleros ingleses de "Green Marine" y que le costó unos 20.000 millones de las viejas liras.

También era un apasionado de la nieve y de su familia es la conocida estación invernal de Sestriere, creada por su abuelo en los años 30 y cita de pruebas de la Copa del Mundo, de campeonatos mundiales y europeos y base de los Juegos Olímpicos del Invierno Turín 2006.

Unos JJ.OO. que fueron su último gran regalo deportivo a su ciudad natal. Su carisma, sus excelentes contactos, su aporte como miembro de honor en el Comité Olímpico Internacional (COI), en la era de la presidencia del español Juan Antonio Samaranch, fue vital para que Turín fuera designada sede.

El deporte italiano, el mundial, pues, ha perdido uno de sus grandes mecenas, benefactores y, a buen seguro, que preparará algo especial para despedir al "Avvocato".
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