JAEN, España.- El número uno del mundo, el ruso Gari Kasparov y su compatriota Vladimir Kramnik, número dos, decepcionaron a los aficionados al hacer tablas en 18 movimientos y dos horas y media de juego, en partida correspondiente a la primera ronda del XX Torneo de Linares que se disputará hasta el 9 de marzo próximo.
Había mucha expectación por este duelo que enfrentaba los dos mejores del mundo. Kramnik llegó antes a la sala de juego y Kasparov se presentó un minuto tarde. Los dos iban con trajes oscuros y corbata, y se saludaron con cierta frialdad.
La partida comenzó con un gambito de dama aceptado, una apertura que suele conducir a la nulidad. Kramnik empleó más tiempo en las primeras jugadas y Kasparov introdujo una novedad al enrocarse corto.
Kramnik hizo un tímido ensayo de ataque en el flanco de rey que fue rápidamente neutralizado por Kasparov y unas jugadas después, ante el asombro de público y aficionados, firmaron las llamadas "tablas de grandes maestros".
Después, estuvieron más de una hora analizando ¿la partida? como dos buenos amigos.
El encuentro entre el húngaro Peter Leko, quinto del mundo, y el azerbayano Teimour Radjabov, de 15 años, y gran maestro más joven de la historia con 14, comenzó con una defensa india de dama y tuvo diversas alternativas.
Radjabov sorprendió a Leko con una novedad al avanzar su peón de torre rey, pero después de la fase de apertura había bastante igualdad sobre el tablero. Hubo, a continuación, un cambio de piezas y quedó un final superior para el jovencísimo azerbayano.
Pero, dos imprecisiones de Radjabov dieron un vuelco a la partida y Leko aprovechó su peón pasado para conseguir el punto en litigio después de 46 movimientos y cinco horas de juego.
La tercera partida entre el indio Viswanathan Anand, con blancas, y el campeón del mundo FIDE, el ucraniano Ruslan Ponomariov, comenzó con la variante berlinesa de la apertura española que tan buenos resultados le había dado a Kramnik en su encuentro con Kasparov en Londres, en el que venció por 8,5 a 6,5.
La posición resultante de esta defensa parecía de tablas ya que las blancas tienen problemas para imponer su aparente ventaja, pero Anand maniobró con habilidad y paciencia para llegar a un final favorable.
Ponomariov intentó todo para conseguir el empate pero Anand, preciso, hizo abandonar al campeón del mundo en 64 movimientos y casi cinco horas y media de juego.
