MIAMI.- El aburrimiento del tenista chileno Marcelo Ríos como tenista parece llegar al infinito, a juzgar por su confesión de hoy en el torneo de Miami.
"Estoy aburrido de la vida de tenista", dijo el ex número uno del mundo tras derrotar al español Juan Carlos Ferrero, su mejor triunfo en cinco años.
"No sé qué piensan los otros jugadores, porque no hablé con ellos sobre el tema, pero el circuito es muy aburrido: consiste sólo en entrenar, viajar y esperar el momento de tu partido", continuó.
Otro ex número uno del mundo, el español Carlos Moyá, ve las cosas de manera diferente. "Todo depende también de cómo eres, de tu equipo y de cómo te relacionas con los demás... Yo, si fuese como él, también me parecería que el circuito es aburrido", dijo el número cinco del mundo.
"Lo digo en el sentido de que no se relaciona mucho con los demás, viaja solo, sin entrenador... A veces viene la mujer y la hija, pero en este torneo no. Viajando de la manera que viaja él a mí se me haría también muy aburrido", agregó el español.
Número uno del mundo en 1998, Ríos ocupa hoy el puesto 31 de la clasificación mundial. Casado y padre de una niña de 15 meses, está desde hace meses buscándole una explicación casi filosófica a su vida como tenista.
"No tengo la motivación de hace unos años, y tampoco me planteo qué haré en el futuro", confesó el jugador de 27 años.
En agosto, durante el Abierto de Estados Unidos, había sido descarnadamente sincero: "Tengo un problema de cabeza, y así es difícil ganar partidos".
Hoy profundizó sobre el mismo concepto. "El hecho de que esté jugando y ganando no quiere decir que me sienta bien con lo que estoy haciendo", inistió.
Ríos viaja desde hace más de un año sin entrenador -"esto no es como el fútbol, donde lo que te diga el entrenador te permite ganar"- , y tras una plaga de lesiones entre 1999 y 2001, dice estar en vías de recuperarse físicamente.
Moyá cree que a Ríos no lo afecta estar sin entrenador. "Le va relativamente bien. El es un tenista que puede jugar solo, tiene mucho talento, y si está al cien por ciento es de los mejores jugadores que haya habido", analizó.
Pese a no tener guía tenística, Ríos toma decisiones de calado técnico bastante profundas. "Me sirvió mucho cambiar a una raqueta más corta y combinar el encordado de tripa con el sintético. Además uso menos tensión", explicó.
También decidió no jugar en mayo la Copa Mundial por Equipos en Duesseldorf. "No se lo he dicho aún a los jugadores, pero no estaré allí. Quiero prepararme bien para Roland Garros, quiero reducir mi calendario para llegar fresco a los torneos importantes".
"Me siento mucho mejor físicamente, aunque sigo sin estar al cien por ciento", explica. Pese a su escepticismo acerca del tenis y el circuito, Ríos asegura que no está tan mal como parece. "Quizás no lo demuestre, pero estoy muy contento y feliz", dice con rostro serio.
Pero el rayo de optimismo desaparece cuando se le pregunta acerca de su futuro. "Mi nivel de hoy me alcanza para estar ahí, cerca de los 20 primeros. Nada más".
¿Y tiene solución su aburrimiento? "Creo que el circuito no va a cambiar nunca. Siempre va ser igual".
