PARIS.- El español Albert Costa se sobrepuso hoy a una eliminación casi consumada para avanzar a la segunda ronda del Abierto de tenis de Francia, donde defiende el título.
Costa, número nueve del mundo, batió por 6-7(3), 2-6, 7-5, 6-2 y 6-2 al argentino Sergio Roitman, número 134° del mundo, en un partido de casi cuatro horas de duración en el que durante dos horas y media caminó al borde de la derrota.
"¡Qué desastre de partido, qué desastre! Así no se puede. ¡Es imposible jugar al tenis si no pones la bola dentro! ¡Es que no puedo perder, no puedo perder!", gritaba fuera de si Costa durante el segundo y tercer set.
Roitman, que debutaba en un Grand Slam, dispuso de una ventaja de dos sets a cero, 4-1 y un break point sobre el servicio de Costa para colocarse 5-1. El 4-2 se transformó en 4-4 y, Roitman vio como su ventaja de 5-4 pasaba a ser un 7-5 para Costa.
El argentino había asombrado hasta entonces en la cancha uno, la tercera en importancia del complejo de Roland Garros. Con un juego arriesgado, pegándole de derecha y revés a cuanta pelota encontrara en el camino, enloqueció a Costa por su desparpajo, su potencia y su confianza sin límites: cada tiro que intentaba era un misil a las líneas. Su estampa desgarbada y el amarillo y rojo de sus ropas lo convertían en un personaje particularmente desconcertante, ya que estaba vapuleando nada menos que al campeón de Roland Garros.
Pero las oportunidades que desaprovechó -dispuso además de tres break points para 5/3- fueron demasiadas. El argentino no estaba acostumbrado a jugar en el nivel y la intensidad que se impuso a sí mismo hoy. Sus antecedentes marcan que hasta hoy, con 24 años, sólo había jugado en su vida cuatro partidos en el circuito mayor de la ATP.
Los puntos y los dólares que ganó en su carrera provienen del circuito challenger. Además, ingresó al cuadro principal como "lucky loser" (perdedor afortunado) tras caer en la última ronda de la clasificación. Las deserciones del español Rafael Nadal y del rumano Andrei Pavel le permitieron ser uno de los 128 hombres en la disputa de Roland Garros.
Roitman había puesto la vida en cada tiro, y cuando su momento se escurrió, ya no tuvo respuestas físicas. Acalambrado, no dejó de luchar, pero Costa, que durante buena parte del encuentro no encontró su juego, era ya demasiado sólido como para inquietarlo.
El checo Radek Stepanek, vencedor del australiano Wayne Arthurs, será el rival de Costa por el pase a tercera ronda.
