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Cobreloa rompió el acero con gol de oro

Fernando Martel se convirtió en el héroe de los naranjas al marcar, a los 115 minutos, el gol dorado que dejó a su equipo en la final del Torneo Apertura, derrumbando al duro Huachipato.

28 de Junio de 2003 | 18:44 | El Mercurio en Internet
CALAMA.- El conjunto de Cobreloa sufrió más de lo presupuestado para convertirse en el primer finalista del Torneo Apertura 2003, tras derribar a un duro Huachipato con "gol de oro" en el segundo tiempo suplementario.

Los naranjas, que habían perdido el partido de ida en Talcahuano por 2-1, no tuvieron una tarea fácil ante la oncena de Oscar Garré, que contó con una defensa ordenada especialmente en la primera etapa, además de un inspirado Gustavo Gatti resguardando los tres palos.

Cobreloa buscó por todos los medios, pero en los noventa minutos sólo una vez logró su cometido. A los 55 minutos, tiro de esquina de Fernando Martel que alcanza a desviar un compañero, y el zaguero Darío Verón aparece sin marca para empujar la pelota a la red.

Huachipato poco hizo en ofensiva durante el tiempo regular, sólo algunas gotas de riesgo impulsadas por el empeñoso Luis Chavarría -de gran primer tiempo- y el talento de Rodrigo Millar.

En el tiempo suplementario el partido tomó otro color. Huachipato por momentos subió sus líneas y mostró algún interés por definir el cotejo sin necesidad de los penales, pero Cobreloa impuso su experiencia sobre la juventud acerera para robarse el protagonismo.

Un remate de Díaz a los 100' ponía a Cobreloa a centímetros de la clasificación, ya que Gatti contuvo con algunos problemas y dejó que el balón golpeara el poste antes de atraparlo definitivamente.

En el segundo tiempo extra, Galaz tuvo la mejor opción loína con una media vuelta cargado desde la izquierda. Su violento remate remeció el horizontal antes de regresar al campo, alimentando un partido que rebalsaba de emoción.

En la otra área, Rodrigo Millar ponía la cuota de incertidumbre. Un tiro libre suyo dejó estático a Carlos Tejas, quien sólo con la mirada pudo percatarse de cómo el balón volaba a un metro de su portería.

A los 115 minutos llegó el punto final. Fernando Martel recibió a espaldas de la portería de Gatti, se dio tiempo para controlar, darse vuelta, mirar y, sin mucha potencia, colocar el balón en un rincón del marco. El veloz puntero trepó la reja y celebró con el animado público calameño, un triunfo que los pone cada vez más cerca del sueño de obtener, casi diez años después, un título nacional.

Los ojos de Nelson Acosta y sus dirigidos ahora se vuelcan a Concepción, donde mañana el elenco local de la Universidad penquista y Colo Colo definirán al segundo finalista del campeonato.
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